VALÈNCIA. Las sociedades ilimitadas empiezan a florecer en Orriols. El Levante se descubrió mucho más conexo, con juego de memoria, con triangulaciones que el vestuario ya se sabe prácticamente de carrerilla. Los destacados, esta vez, fueron los cuatro socios que se repartieron la estadística clave: Morales, Brugui, Kocho y Carlos Álvarez anotaron y asistieron. Los dos primeros se enchufaron entre sí primero; georgiano y sevillano lo hicieron después, en el segundo tiempo, para rematar al Almería. Y, alrededor, un equipo que, pese a que el rival logró remontar la diferencia de dos antes del intermedio, fue al son de los cuatro tenores. El Levante de Julián Calero sigue funcionando y, mejor aún, lo hace después del primer varapalo de la temporada. Estas son las notas de Plaza Deportiva tras el Levante - Almería:
Andrés Fernández (5): Sin incidencia. No pudo hacer mucho más en los goles del Almería, aunque el primero de Arriba le pilló a contrapie y quedó parado.
Andrés García (7): Completo. Esta vez sí, el canterano mostró una versión óptima en todas las facetas. Tiene margen, debe ir a más, pero fue omnipresente en ataque y en defensa.
Elgezábal (7): Líder. Partido práctico. Sencillez, contundencia y rapidez a la hora de solventar situaciones de peligro. A pesar de que los dos tantos de remontada del Almería fueron evitables -eminentemente, el segundo- Unai no salió en la foto. Notable encuentro.
Cabello (5,5): Mejoró. No fue el mejor partido del canario, que combinó contundencia con despistes que costaron caros, pero mostró mejor cara en el segundo acto.
Pampín (6): Crecido. Está bien y mejora al paso de las jornadas. El gallego engrasa su máquina y ofreció una buena versión. Prueba de ello fue la conexión, de memoria, con Morales para abrir la lata al poco de arrancar el encuentro.
Oriol Rey (7,5): Esencial para Calero. El catalán es una pieza fundamental para el equilibrio del Levante en el círculo central. Fue la figura que permitió que Kocho se desplegara en ataque, que Pablo diera de nuevo una buena versión y que, aún así, el centro del campo no se resienta. Necesitó ayudas, pero con ellas, Oriol es gigante. Clave la sencillez en la salida de balón. Práctico.
Pablo Martínez (7): De todos los colores. Buena tarde del capitán. Atrás queda, parece, aquella zozobra por su sentenciada marcha que acabó por no producirse. Tuvo varias ocasiones de anotar. Liberado del trabajo en el círculo central, tiene oportunidad de prodigarse en ataque. Destaca en esas lides.
Kocho (9): Socio 1. Es el de la Euro. Sostiene y encarna un rol box to box que sirve para múltiples fases de juego. Su diana, nada más regresar de vestuarios, fue la de un lateral diestro al uso. Pared con Carlos Álvarez e inmersión diagonal en área para el disparo. Mucho nivel y mucho recorrido. Después, se visitó de asistente y dejó a Carlitos solo ante Maximiano.
Carlos Álvarez (9): Socio 2. El Ciutat ama a Carlitos. Cada vez que el de Sanlúcar conduce en tres cuartos, se arma el taco. Desordenó líneas, sorteó presiones, desconectó el entramado defensivo del Almería, jugó sencillo cuando hubo que hacerlo y asistió a la cita con el gol. Asisitó a Kocho para el tercero y fue asistido por el georgiano para el cuarto. Intercambio de papeles.
Brugui (9): Socio 3. La sociedad ilimitada entre el de Bàscara y Morales es ilusionante. Es el primer encuentro en que se destapa un entendimiento tan construido entre ambos atacantes. Se entendieron con una mirada. Jugaron prácticamente de memoria. El gol de Brugui a los tres minutos es el tercero en su cuenta particular, en seis jornadas. La mitad de los que anotó la temporada pasada, y solo una asistencia menos (3 el pasado curso).
Morales (8): Socio 4. Primer tanto del Comandante en el Ciutat. Paso importante para, si no encuentra el perdón de los más letales, al menos sí disipar dudas sobre un irregular rendimiento en la categoría. Morales marcó un golazo a centro de Brugui. Iba con música, pero el '11' le puso el último tono con el muslo. Y no cesó. Generó peligro y se entendió en los dos costados. Buen encuentro.
Iborra (5): Sostén. La tarea de Iborra fue clara: sostener el centro del campo, arropar la medular cuando el Levante vencía por 3-2, y cualquier truco almeriense suponía problemas. El capitán no tuvo tiempo para una valoración concreta en tal deber.
Romero (5): Necesita oler la sangre. Dispuso de los mismos 20 minutos que Iborra y, ubicado en el flanco izquierdo prácticamente desde su entrada, encontró ocasión de correr al espacio y ser letal... pero le faltó colmillo.
Espí (-): Aporta. Poco tiempo para el de Tavernes que, aún así, aportó. Precisamente uno de esos ataques al espacio de Romero lo generó el propio Espí. Corpulento, clave en el juego de espaldas. Calero no le necesitó este domingo, pero sigue apuntando a ser importante.
Algobia (-)
Víctor Jr. (-)