VALÈNCIA. El Ciutat empezó la noche clamando contra los árbitros y la acabó enfueriéndose con los suyos. Normal. El Levante ha recibido el ninguneo del Comité Técnico de Árbitros y ha padecido la confusión en la que se ahoga el propio colectivo, pero también se sufre a sí mismo. Lo ocurrido en Leganés hace una semana es un calco: salvable primera mitad, decisiones controvertidas del colegiado y un desastre que no tiene por qué ir ligado al silbato. En ese orden. Los árbitros lo están haciendo mal con el conjunto de Calleja -aunque no fue precisamente el caso frente al Racing-, pero el Levante lo está haciendo todavía peor.
Ni la falta reclamada sobre Clemente en el primer gol, ni el penalti de Valle sobre Arana, ni la posible mano del delantero canario en el tercero son acciones claras -valga decir que la pena máxima admite frames en los que parece que el contacto del lateral sobre el delantero arranca fuera del área- . Ni tampoco el técnico granota las mencionó como excusa tras un partido en el que su propio equipo se desplomó por completo. La imagen gélida del interminable descuento habló por sí sola. Estas son las notas de Plaza Deportiva tras el Levante - Racing de Santander:
Femenías (4): No es decisivo. La realidad es que el balear paró poco. La sensación es que, en al menos dos del póker del Racing en el Ciutat, pudo hacer más: los dos de Arana.
Xavi Grande (5): Regular. Empezó bien, con buen pie -sus balones al área fueron buenos y generaron peligro- pero el fue pesando el partido.
Dela (4): Permisivo. No estuvo bien. Calleja se refirió a "errores defensivos que no se pueden cometer" y uno de ellos es la flagrante permisividad del ex del Villarreal ante Arana en el tercero.
Vezo (5): Suficiente. El luso tiene que aprobar porque estuvo francamente mejor que su pareja en la zaga. Bien al corte, resolutivo en salidas de posición y, además, sirvió un pase vertical certero que acabó propiciando el 1-0. Sin embargo, cierto es que el primer empate rival llegó en un agujero entre el portugués y Dela, y Vezo formó parte de un entramado que hizo aguas.
Álex Valle (4): Penalti. El partido del lateral está marcado por el derribo fortuito sobre Arana. Hay contacto, seguramente no suficiente para la pena máxima, aunque Galech Azpeteguía lo tuvo muy claro en primera instancia. En ataque, conectó bien en ocasiones, sobre todo con un Dani Gómez juguetón tirando líneas, pero se diluyó.
Oriol Rey (6): Bien. Sigue teniendo la corona del centro del campo granota. En los buenos momentos, esencial. En los malos, superado, al nivel del equipo.
Pablo Martínez (5): Nublado. Como la fosca que caía sobre el Ciutat. Espeso. Pierde escorado en banda, necesita jugar cerca del área y se un box to box del que está tan cerca... pero a la vez tan lejos de su gran nivel. Hay que esperarle.
Clemente (6,5): De los mejores. El canario fue, más allá del primer tanto de la temporada para su cuenta, de los más activos del Levante. Hizo daño en derecha, por fuera y por dentro, e hizo aflorar brotes verdes que invitan a pensar en una pieza de la que echar mano. Le falta lo de siempre: mantener el nivel en un mismo choque.
Carlos Álvarez (5): Demasiado poco. Se movió bien en la media punta, pero el faltó punch. Quizá sobar más el esférico, tenerlo más. Demasiado detectable.
Romero (6,5): Gol. El gol del manchego fue una belleza. La defensa racinguista, blandísima, se lo puso sencillo, pero había que coger aquella pelota al bote pronto, al primer toque... y ponérsela a Ezkieta a la cepa de su palo izquierdo. Fue un golazo.
Dani Gómez (6,5): Activo. Juega demasiado para él mismo, pero tiene calidad. Le buscan. Conectó bien entre líneas en una zaga rival a la que llevó loca al borde del offside. Unaz veces cayó -como en una acción que acabó en penalti anulado precisamente por fuera de juego del ariete-; otras, lo tiró perfecto -como la jugada del primer tanto de Clemente-.
Bouldini (-): Resulta complicado valorar al marroquí y al resto de suplentes que trataron de arreglar el desaguisado. O, al menos, maquillarlo. Bouldini no cazó ni una.
Brugui (-): Susto. Cuando parecía que el drama del Ciutat estaba en los luminosos, el catalán se desplomó. Había recibido un golpe en una acción anterior y cayó mareado a tierra. Salió en camilla de Orriols rumbo a un hospital de la ciudad, cercano al estadio, sin mayor gravedad.
Rober Ibáñez (-)
Algobia (-)
Cantero (-)