VALÈNCIA. El Valencia necesita una victoria este sábado en La Coruña ante el Deportivo para hacer realidad el sueño de llegar al ecuador de la Liga con cuarenta puntos, cifra que con el actual sistema de competición tan solo ha logrado en una ocasión.
A falta de un partido para el final de la primera vuelta, el conjunto que entrena Marcelino García Toral es tercero con 37 puntos, tras haber ganado once encuentros, empatado cuatro y perdido tres con un balance de 38 goles a favor y dieciocho en contra.
El valor de estos cuarenta puntos queda patente si se compara la marcha del Valencia de esta campaña con la de las dos anteriores, puesto que con esa hipotética puntuación se acercaría mucho en solo una vuelta a la total conseguida en las dos últimas campañas a lo largo de todo el campeonato.
En la temporada 2015-2016, el Valencia fue décimo segundo al final del torneo con 44 puntos, cuatro más de los que ahora tiene opciones de conseguir, y el año pasado repitió posición con 46.
Además, en la primera de esas dos campañas acabó la primera vuelta con veintitrés puntos y en el último campeonato lo hizo con veintidós.
La diferencia entre estos registros, más allá de que el Valencia gane en Riazor o caiga derrotado, demuestran el cambio de tendencia del equipo en esta Liga respecto a las anteriores a pesar de haber conseguido sumar tan solo tres de los doce puntos disputados en el último diciembre.
Una racha entre septiembre y noviembre de ocho partidos seguidos con victoria demuestran esta tendencia, a la que se añade la circunstancia de que ninguno de los otros tres primeros clasificados de la Liga ha logrado derrotar esta temporada a los valencianistas.
El conjunto de Mestalla igualó como local ante el Atlético de Madrid (0-0) y el Barcelona (1-1) y empató en su visita al Real Madrid (2-2).
La obtención de cuarenta puntos a estas alturas del campeonato supondría avanzar a un promedio que permitiría a los hombres de Marcelino, si mantienen el paso, sumar un total de ochenta al final del torneo, registro que nunca ha contabilizado este club.
Además, se trataría de una cifra que supone habitualmente acabar la Liga entre los cuatro primeros y disputar la siguiente edición de la Liga de Campeones.
Es más, el Valencia ha ganado sus dos últimas ligas desde que en 1997 se instauró la competición de veinte equipos y tres puntos por partido, con una puntuación inferior a esos ochenta puntos.
El equipo que entrenaba Rafa Benítez fue campeón en 2002 con 75 puntos y en 2004 con 77, aunque a diferencia de lo que ocurría hace quince años, en los últimos ocho todos los campeones han superado los noventa.
Precisamente en la segunda de esas ligas, la de 2004, alcanzó el conjunto valenciano su mejor puntuación en una primera vuelta con 43 puntos que ahora no va a poder igualar.
Si el Valencia pierde en Riazor, se quedará con 37 puntos al final de la primera vuelta y no llegará a los 39 de 2010 o los 38 de 2015, la última Liga en la que el Valencia se clasificó para disputar el primer torneo continental.
Además, si esa posible victoria valencianista en Riazor estuviera acompañada de una derrota del Atlético de Madrid en Eibar, los hombres de Marcelino podrían despedir la primera vuelta en segunda posición.