La nueva edición de este concurso organizado por Valencia Basket reunirá a los ocho mejores matadores de España, entre los que se encuentra el canterano taronja Ion Galarza
VALÈNCIA. La segunda edición del 'Dunkers Movistar' de Valencia Basket dará el pistoletazo de salida mañana en el descanso entre el tercer y el último cuarto del partido frente al Tecnyconta Zaragoza. Este año viene cargado de novedades, como la eliminación de la preselección de los matadores a través de redes sociales y la inclusión de un premio económico para el segundo finalista.
Víctor Luengo, la leyenda taronja y uno de los organizadores de este concurso, ha explicado en la presentación que se ha celebrado esta mañana en la sala de prensa de la Fonteta cuáles han sido los principales cambios. "A diferencia del año pasado, hemos querido invitar a los que hemos considerado los ocho mejores matadores del territorio nacional a nivel amateur para que el concurso sea más espectacular". Luengo ha incidido en la experiencia de los matadores que vendrán a la Fonteta, dando "un salto de calidad". "El año pasado nos concentramos en viralizarlo a través de redes sociales y este año en darle espectáculo", explica el exjugador. La mecánica del concurso será la misma. 20 segundos para ejecutar el mate y un segundo intento dentro de ese tiempo establecido.
Otra de las grandes novedades es la inclusión de un premio en metálico también para el subcampeón: "El ganador tuvo un premio de 5.000 euros y el subcampeón este año se llevará 1.000 euros", cuenta Luengo.
Esa cantidad se habría llevado Ion Galarza, jugador del EBA de Valencia Basket, en su participación del año pasado cuando quedó subcampeón, si hubiese estado ese segundo premio. "Mi experiencia del año pasado fue muy buena. No esperaba llegar a la final". El canterano ha sido uno de los ocho mejores matadores, algo por lo que se siente "contento". Admite que con el nuevo formato del concurso "este año quiero ganar también pero está muy difícil porque hay muy buenos rivales". "Vamos a intentar dar espectáculo", concluye Galarza.