VALÈNCIA. El Llevant jugó un mal partido en el día que tenía que demostrar que iba con convicción a por la séptima plaza y rascó un punto de milagro, después de que Aitor detuviera un penalti a Ünal en el 96'. Medié acertó, por una vez. Era penalti y no era fuera de juego. El turco lo tiró fatal, al centro.
El Llevant llegó a esta tesitura ante un equipo inferior y que, sin embargo, mereció ganar a los puntos. Los 20 minutos iniciales fueron un monólogo granota, que tocó y tocó, decantando jugadas sin encontrar pases entre líneas. No era el día de los jugones: Rochina y Bardhi estuvieron imprecisos y sin inspiración; el saguntino, además, jugó al trote durante los 17 minutos de la reanudación, empeorando las cosas para Coke. Campaña se perdió en pases horizontales y declinó la responsabilidad de armar la iniciativa ofensiva pero al menos hizo algunas incursiones y lanzó un disparo potente que Masip salvó de la red en el 89'.
Luego Sergio González llevó el partido donde quiso: telaraña violeta y orfidal para convertir en infructuoso el dominio del Llevant. El Valladolid apenas generaba peligro, y casi todo llegaba por la banda de Toño. Luego también por la de Coke. Ayer ni siquiera aportaron en ataque: imprecisiones, centros fallidos, pérdidas peligrosas y regresos lentos. Antes del descanso Waldo y Alcaraz se animaron a intentarlo. El Llevant estaba lánguido en la creación y muy estéril en las bandas. Era cuestión de tiempo que el Valladolid le perdiera el respeto.
La segunda parte, hasta que en el 68' Clerc i Miramón salieron por Toño y Coke, fue un suplicio. Bardhi y Rochina tampoco ayudaron. Los cuatro estaban fundidos y el Valladolid generó un chorreo de ocasiones, resueltas por Aitor y la falta de precisión de los castellanos. Nacho, por la banda derecha granota, y Hervías, por la izquierda, dispararon ayer su cotización. Durante todos estos minutos, los del dominio estéril y los del sufrimiento, el Llevant dispuso de un buen número de balones parados que Campaña se empecinó en convertir en inocuos, dejando al descubierto una de las grandes asignaturas pendientes del curso: el balón parado.
En el 72' una combinación entre Roger y Hernani acabó con el disparo del portugués, la mejor ocasión levantina y casi el único tiro con peligro hasta ese momento. Dos minutos después el ariete torrentí lo intentó sin ángulo, pero Masip estuvo listo. El resfresco llegado del banco ayudó y sobre todo el cambio de laterales, pero Campaña y Bardhi estaban secos en la creación y, a menudo, Postigo o Vukcevic eran quienes debían subir el balón, con pases interiores o pelotazos. La salida de Morales, que apenas tocó el balón, y de León, apático de nuevo, no mejoró las cosas.
Lo vulnerable que es el Llevant con estas bandas quedó en evidencia de nuevo. También la ventaja que se da con ello al entrenador rival, que ordena percutir por ellas una y otra vez. Parece, además, que algunos futbolistas están pensando ya en las vacaciones, el verano y sus culebrones, como tantos de nosotros. Son humanos. Sin embargo, cuesta comprender, partido tras partido, el enorme sacrificio que Paco López está dispuesto a asumir para que futbolistas como Coke, Toño o León se vuelvan a sentir importantes y por qué no da esas mismas oportunidades, ya puestos, a Pier, Duarte, Koke o algunos canteranos.
También cuesta encajar que no se haya metido presión, pronunciando la palabra Europa, como si fuese un anatema. Desde luego no parece muy ambiciosa esta actitud. Ahora las opciones, con el mal partido en Pucela, el peor desde el regreso, se desvanecen. En todo caso, todos nos quedamos con la sensación de que este grupo irrepetible tiene un talento enorme y que, con más ambición y más sacrificio, se podría haber aspirado a cotas más altas.
Valladolid 0-0 Llevant UD
UNO A UNO: Aitor (7); Coke (3) (Miramón (6) 68'), Vezo (7), Postigo (6), Toño (3) (Clerc (7) 68'); Rochina (3) (Hernani (6) 62'), Campaña (6), Vukcevic (7), Bardhi (4); Mayoral (5) (Morales (sc) 78'), Roger (6) (León (3) 78').
—Paco López (4).