Una plantilla inacabada

VALENCIA. El pasado domingo fue la mejor imagen de donde está actualmente el Valencia, y donde está situado el At. Madrid. El de Simeone es ahora lo que era el Valencia hace unos años. Se lo ha comido por completo. 

Le ha superado del todo y en todo. Demasiada diferencia. Es lo que hay. Entonces, ¿qué falla en el Valencia?. Confección de la plantilla, entrenador o rendimiento de los jugadores. Creo que es más problema de plantilla que de entrenador. El domingo se vio las carencias en la planificación.

Hay posiciones que no tienes y esto te coarta a la hora de buscar un sistema en el cual puedas meter a los jugadores para desarrollar esas funciones, y esa va a ser la labor principal de nuevo entrenador. El equilibrio del que habla y necesita el Valencia. Eso es lo que hay que buscar con los jugadores que tiene ahora y hasta que llegue el 1 de enero. Y él se irá dando cuenta de si realmente todo esto que le gusta lo puede desarrollar con los futbolistas que dispone ahora.

Prandelli pienso que puede mejorar bastante el equipo, no los jugadores. El domingo vio claramente las carencias en su nuevo equipo. Es una plantilla inacabada. El equipo no está del todo bien hecho. Todo el mundo ve que está a falta de un mediocentro defensivo de oficio. No tiene un 6 en esa posición. Le falta un Albelda. Lo ve todo el estadio. Y falta un 9. No tienes un finalizador. Sin ellos, no puede competir de tú a tú.

El Valencia no tiene un delantero corpulento, un nueve de referencia. Los cuatro de arriba pueden jugar en cualquiera de las posiciones de ataque, pero no tienes como lo tuviste en su día con Lubo Penev, o un Morientes o el mismo Negredo. Al Valencia eso le falta. Incluso pienso que para ir cedido me hubiese quedado a Negredo si no ibas a tener un jugador de esas características, y ceder a otro jugador de otra demarcación. El gran Luis Aragonés siempre decía que o tienes gol o no tienes gol. Y ahora no tienes ese tipo de jugadores. Falta llegada. Está claro que esa es una de las carencias que tiene ahora el equipo.

Como tampoco hay un mediapunta puro como lo era Aimar. Parejo aunque tenga mucha clase no es ese mediapunta como lo era el as argentino. Son muy diferentes. Parejo no sabe girarse como lo hacía el ídolo Pablito. También se echa en falta bandas que corran a los laterales rivales. Los que hay van bien para arriba pero les cuesta volver. No tiene esos jugadores como lo eran Kily González o Vicente, y en la otra parte, un Rufete o un Angulo. Recuerdo tanto Cúper como Benítez obligaban a correr al lateral rival y a que no te creara superioridad en banda. Y Había un gran trabajo en el medio campo. Para mí, no hay ese tipo de jugadores. Y pienso como muchos que la plantilla estaba confeccionada para ese 4-3-3 que quería Ayestarán de forma errónea. 

Los que han venido esta temporada son buenos futbolistas. Claro que son buenos fichajes, pero al equipo le faltan futbolistas. Y, aunque no hay Europa, habrá un momento en que al equipo hasta llegar enero le faltarán mimbres. Y sigo pensando que fue una decisión de riesgo, muy discutida y complicada, la de situar al frente de un club como el Valencia, tras la nefasta experiencia de Neville, a un entrenador que sólo tenía 8 partidos de bagaje en la que dicen mejor Liga del mundo. Como tampoco Pako Ayestarán podía decir públicamente cuando fue cesado, el verano que ha pasado con algunas ventas en contra de su criterio, y que pensaba de todo lo que pasó con Alcácer, o que no quería tres porteros o que quería un nueve diferente, o que quería que se quedase dicen Javi Fuego. No lo hizo en su despedida por principios personales. Y, por agradecimiento por la oportunidad que el Valencia le proporcionó. Es evidente que a veces el cargo obliga a determinadas cuestiones.

El mismo Prandelli reconoce que hasta dentro de cuatro meses no se verá la evolución. Hay que dejarle trabajar al buen técnico italiano. Es un equipo por hacer. Y él es un entrenador muy preparado, inteligente y que sabe donde viene. Un hombre recto como lo era también Ranieri cuando vino la primera vez. Habrá que darle un margen de confianza para que fiche jugadores en enero, y para que se note algo en el equipo. Es un entrenador que intenta hacer jugar a sus equipos. Y que dé con la tecla que falta hace. La inteligencia del entrenador no puede tener siempre la misma dirección. Depende de los jugadores.

Cesare a partir de ahora, todo tuyo. Y a ser posible el 1 de enero, que estén los jugadores que hagan falta, el 9, el 6 y alguno más si hace falta, no el 31 de enero. Son cuatro jornadas.