VALÈNCIA. La Copa, La final, La Cartuja, el Betis pero…¿y la Liga qué? La competición liguera está siendo el talón de Aquiles de un equipo que ha desaprovechado todas y cada una de las oportunidades que ha tenido para asaltar la zona europea. Desde la posible –aunque increíble- incursión en zona Champions en Navidad de haber ganado contra el Espanyol, a los últimos dos empates amargos ante equipos que se están jugando la permanencia que te alejan de la Europa League.
Y es que el Valencia CF se está dejando llevar igual que ocurrió antes del partido contra el Athletic Club de Bilbao, donde los de Bordalás no consiguieron cosechar buenos resultados y vagaban por la media tabla desaprovechando duelos en los que podían haber rascado más.
Me preocupa que el equipo se deje llevar en Liga. Entiendo que la final de Copa es el objetivo más cercano, claro y real que puede haber ahora mismo para la plantilla a la hora de llegar a Europa, pero no por ello el más fácil o viable. El Valencia CF no está ofreciendo un buen rendimiento en el torneo doméstico ante equipos que son infinitamente inferiores en calidad de plantilla o fondo de armario, y eso no está claro. Insisto, no sé si es fruto del trascendente partido que hay a la vuelta de la esquina como es la Final de Copa del Rey; si es que se han dejado llevar en Liga viendo que el desgaste puede ser mayúsculo a estas alturas; o, si por otra parte, no les da para más. Vaya por delante que la confección de plantilla que se ha hecho por parte de Corona y Anil Murthy da para lo que da, pero coincidiréis conmigo en que un poquito se puede mejorar. Solo pedimos un poco más. Por ello, sinceramente, de esas tres opciones, la primera y la segunda son las que más me convencen. La tercera la dejo en standby porque yo a este equipo le he visto hacer muchas más y mejores cosas. Y pese a todo sigo creyendo en estos jugadores. Cosa que no está reñida con hacer una crítica y valoración más profunda de lo que sucedió el lunes.
El error en el gol del Rayo del pasado lunes es imperdonable. Ofensiva y defensivamente es un descalabro. Me consta el mosqueo de Bordalás, pero eso no es suficiente. Es fatal la pérdida de un Marcos André que, sin oposición ni tensión alguna, compromete al equipo en despliegue fallando una ocasión en la que lo tenía todo de cara. Controla libre de marca y con ventaja, tiene muchas opciones y toma la peor decisión. Seguido a ello, roba Isi –probablemente uno de los jugadores con más talento del equipo vallecano- quien ante la falta de oposición –nadie le hace falta- decide buscar una diagonal con juego interior para dar un pase a un solitario Sergi Guardiola que acaba marcando.
La concatenación de errores llega al punto de que no solo falla un Marcos André que no da el nivel, sino que en la jugada los centrocampistas están apoyando el ataque dejando desprotegida la zona para culminar la ecatombe con un Paulista que perdió la marca que llevaba: El infalible Sergi Guardiola. Desastre.
Pero más allá de esa consecución de fallos, hay algunas cosas que no entendí y nadie me ha resuelto aún. Decide Bordalás meter al equipo atrás y defender hasta la extenuación cada balón hasta que acabe el partido –cosa que no comparto ante ciertos equipos- pero que puedo llegar a entender en un momento puntual de partido. Pero, llegados a ese punto, ¿Por qué no metió una línea con tres centrales? ¿Por qué aguantar con dos defensas casi toda una segunda parte sabiendo que has decidido defender el resultado?
La respuesta corta es porque no confía en Eray o que Paulista ya achacaba molestias. Me pueden llegar a valer, pero había alternativas a esas dos cuestiones. Todos coincidimos en que si pones una línea de tres centrales en un partido contra el Cádiz yendo 0-0, con más motivo –si es que quieres jugar a embotellarte atrás- debes ponerla en el tramo final contra el Rayo Vallecano yendo por delante en el marcador. Sobre todo, teniendo más en cuenta que Andoni Iraola sacó a todos los mastodontes que tenía en el banquillo para buscar la épica. El Rayo fue a por el empate y el Valencia CF a ver qué pasaba. Para variar.
Justo es decir que la gran noticia es que Mamardashvili está creciendo a pasos agigantados. El georgiano está aportando seguridad, tranquilidad y puntos. En este caso uno, que es el que salvó en Vallecas con numerosas paradas que nada tienen que envidiar a cancerberos ya consagrados de la Liga. Debe jugar todo lo que queda.
También es justo decir que nos mangan un penalti después de que le hicieran un Will Smith a Paulista –que ni siquiera revisó de Burgos Bengoetxea-. Pero no hemos venido aquí a llorar sino a analizar qué pasa y por ello no me quiero amparar en eso para justificar un empate que, para mí, supo a derrota.
La Final de Copa es un todo o nada, un all in que no puede desviarnos de que en Liga, a poco que lo haga el equipo bien, puede conseguir el premio de consolación que es la Conference League. Por ello creo que se puede y debe dar más, sobre todo con futbolistas que no están aprovechando las oportunidades ni la confianza del técnico valencianista.
Bordalás intenta mantener la tensión competitiva en Liga pero es difícil porque el ambiente dentro y fuera del vestuario a poco más de una semana de la final invita a lo contrario. Es tarea complicada. Miedo me dan los partidos contra Osasuna y Villarreal.
Si ganamos la Copa y vamos a Europa League, todo habrá valido la pena. Podrán dejarse llevar y disfrutar lo que queda jugando a placer. Pero, si por desgracia palmamos la Final de La Cartuja nos preguntaremos ¿Y la Liga qué?