VALÈNCIA. Cero puntos ante Sevilla y Madrid, pero buenas sensaciones. Con un punto de fortuna se podían haber firmado al menos sendos empates. Y con un punto de acierto. En El Madrigal ante el Madrid faltó eso, acierto, y definición. En los tiros a puerta de Bardhi, en el mano a mano de Clerc, en el cabezazo de Melero, en el travesaño de Vukcevic. También sobre todo en el último pase. El Madrid pudo matar el partido, tras la reanudación, en diez minutos de pájara absoluta levantina, pero también debió salir esquilmado por lo visto desde el 54'. Si el Llevant hubiese tenido, efectivamente, acierto y definición. Una pena.
Los de Zidane se adelantaron en el enésimo error defensivo a balón parado, a la salida de un córner, con Vinicius completamente solo, pero la primera parte estuvo igualada. El Llevant hizo una presión alta y exigió mucho al Madrid que se encontró siempre incómodo y apenas generó peligro. Los granota jugaron en la línea del Pizjuán, con firmeza y pese a que Bardhi y sobre todo Campaña anduvieron perdidos y fallones. En el descanso el partido iba 0-1 pero el Llevant estaba muy vivo.
Y de repente, nadie se explica cómo, llegó la pájara que Paco López cortó de raíz con un cambio de sistema. Acertó, aunque De Frutos no mejoró las prestaciones de Roger, que apenas olió balón. También saltó al césped Melero por Vukcevic. Minuto 54. Una apuesta arriesgada que cambió el partido ipsofacto. El Llevant fue, desde ese momento, quien encadenó ocasiones y acercamientos que se desperdiciaban en un último pase impreciso o en los guantes de Courtois. Malsa se multiplicó, Bardhi se puso el uniforme de general, Melero se insertó entre líneas, Clerc percutió por su banda y el Madrid se derritió como un taco de mantequilla al sol.
Sin embargo pasaban los minutos, entre parada y parada de Courtois, y los granota no supieron empatar primero e irse a por la victoria después, ante un Madrid desnudo, sin medular ni nervio defensivo. La entrada de Radoja reforzó el centrocampismo blaugrana y así se lanzó el Llevant definitivamente a un ataque sin tregua. Faltó dinamita. Tal vez Roger no debió ser el sacrificado. El partido se puso para él justo cuando ya no estaba.
El gol de Benzemá en el 94', con el Llevant arriesgándolo todo, fue anecdótico. No lo hubiera sido la expulsión de Casemiro, tal vez. Munuera decidió que siguiera sobre el campo, tras una entrada de rugby sin opción de jugar el balón, en el 58'. Visto lo visto 30 minutos de (más) endeblez madridista hubiesen dado para mucho. El árbitro también anuló un gol a Ramos en el 66' por un fuera de juego más que dudoso. Debió anularlo, sin tantas consultas, por el empujón que habilitó su remate.
Tras el tropiezo de Mestalla, ya archivado, el Llevant (además de vencer a Osasuna) ha caído ante el campeón de la Europa League y el de la Liga, firmes candidatos a todo. Y en ambos partidos tuvo serias opciones de puntuar hasta el final. Mucho más claras contra el Madrid, como era de esperar.
Llevant UD 0-2 Madrid
UNO A UNO: Aitor (5), Miramón (5), Vezo(7), Postigo (7), Clerc (7); Bardhi (8), Vukcevic(6) (Melero (8) 54'), Malsa (7) (Radoja (7) 72'), Campaña(4); Morales (6) (Gómez (4) 67'), Roger (4) (De Frutos(4) 54').
—Paco López (7).
GOLES: 0-1 Vinicius 15'; 0-2 Benzemá94'.