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opinión pd / OPINIÓN

¿Para qué compró usted esto?

5/09/2020 - 

VALÈNCIA. Han pasado ya seis largos años y todavía no tengo claro para qué compró Peter Lim la mayoría accionaria del Valencia CF. Escucho atentamente a quienes aseveran que se trata de un negocio de compra-venta de futbolistas y también a quienes argumentan un presunto blanqueo de capital tratando de enhebrar el hilo pero, aunque habrá que estar atentos al recorrido de la acciones legales iniciadas al efecto..., no lo veo. Ni sé cómo haría llegar dinero negro para poder blanquearlo con el Valencia, ni la deriva deportiva a la que está conduciendo al Club le podrá permitir grandes operaciones de compra y/o venta de jugadores que, en cualquier caso -comisiones al margen- repercuten en la cuenta de resultados del Club y no en la de su entramado empresarial. En el hipotético caso de tener montado un “chiringuito” paralelo para cazar comisiones... entiendo que llegarían al Valencia futbolistas importantes con los que poder hacer negocio a medio plazo y, si embargo, el Valencia ha venido desempeñando el papel de ‘nuevo rico’ al que le colocan futbolistas de medio pelo a precio de crack ¿Dónde está el beneficio? 

¿Dónde está el beneficio de traerse a Mangala, Correia o Aderlan Santos siendo que su amigo portugués representa a futbolistas con mucho más crédito en el mercado internacional? O yo soy muy iluso -que es bastante posible-, o lo han intentado pero son rematadamente torpes -que tampoco lo descarto- o los tiros van por otro lado. Si su objetivo era revalorizar un Club que compró barato para acabar vendiéndolo caro... tampoco llevan el mejor camino: su inversión baja su cotización a una velocidad alarmante como fruto de la colección inabarcable de chapuzas que ellos mismo perpetran día a día pero no se advierte en su proceder intención alguna de corregir el rumbo sino todo lo contrario. Persisten en la improvisación y sus hazañas traspasan fronteras ganando espacio en los medios internacionales amenazando claramente su reputación como empresario ejemplar. Todo conduce al desprestigio mundial del propio Peter Lim pero... lejos de aplicar la lógica y el método profesional para mejorar la situación, la estrategia consiste en elevar la tensión provocando al valencianismo desde sus medios oficiales, propios y asociados, y en actuar de manera convulsiva desde el rencor, la venganza y la más pavorosa inoperancia. Sigo sin ver el beneficio. Incluso han conseguido algo que, hace pocos años hubiera sido impensable: han hecho perder el miedo a los políticos. Tan catastrófica está siendo la gestión de Meriton en el Valencia CF que, incluso los políticos, le han perdido el respeto. En una tesitura distinta no hubieran osado a apretar las tuercas al máximo accionista del Valencia a cuenta de su inacción con el Nuevo Estadio por temor a una algarada teledirigida desde el Club pero también ellos se han dado cuenta que Meriton no es capaz de movilizar a nadie sino es en contra del propio Meriton y les resulta más rentable políticamente reclamar lo que la legalidad exige que compadrear con el palco de Mestalla. ¿Imaginan la que le podría montar un Paco Roig o un Salvo al alcalde de turno? La velas y las pancartas no estarían en las puertas de Mestalla sino bajo el balcón del Ayuntamiento adornando un escrache infinito. Sin embargo, incluso el más valencianista está esperando que las autoridades pongan a Lim contra las cuerdas con la intención inicial de que termine el campo de una puñetera vez o que, de no hacerlo, acabe desinvirtiendo y marchándose para siempre. Como si eso fuese fácil. 

Le doy mil vueltas y no encuentro la razón. ¿Para qué compró usted esto si, ni siquiera, lo está disfrutando? porque... si la compra la hizo con buenas intenciones... no se entiende que una vez acreditada su insolvencia para dirigir un Club de fútbol en los primeros ejercicios, haya dinamitado una estructura que dio sus frutos, que revalorizó la plantilla de manera incuestionable y que -de haber perseverado- hubiera elevado la cotización de la empresa de la que es máximo accionista. Total... que hemos pasado de la mayor transacción del fútbol mundial a aplaudir la venta de Rodrigo por el mero hecho de no regalarlo. De ir a fichar jugadores del Inter a preguntar con la boca pequeña por un central del Español. De atar los perros con longanizas a negociar pagarés para que pueda cobrar la plantilla y de asomarse a los más prestigiosos rankings de empresarios de éxito a ver el ‘Lim go Home’ impreso en las páginas del Herald Tribune. Su inversión se desvanece y sus embajadores han transitado en tiempo récord de los atracones de gamba roja a deambular entre las sombras escoltados por los ‘pelotas de guardia’ y un guardaespaldas armado. Si alguien lo entiende le ruego encarecidamente que me lo explique porque yo que soy muy torpe... no entiendo nada.

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