Punto de prestigio

VALÈNCIA. A veces los astros se alinean. Sucede también con otras cosas. El Llevant y Paco López se alinearon hace tres años y no han parado de crecer uno junto al otro. El de Silla era primerizo en la élite y se está agigantando. El Llevant, con la perspectiva de sus 111 años, sigue siendo un novato en Primera, donde sólo habitó dos cursos en sus 91 años de vida del siglo XX. López progresa desde el banco de Orriols y el Llevant lo hace, bajo su batuta. Uno y otro se han convertido en un hueso para el rival más pintado y, por eso, además, están a un paso de hacer historia en Copa.

¿Quién nos iba a decir que, con un equipo en cuadro y con una continuidad de partidos inhabitual, el Llevant le jugaría con la inteligencia táctica con que lo hizo a la mejor escuadra de Primera; y la que mejor juega, con una distancia abismal, en equipo? Parecía imposible, pero no hay imposibles para este club. Sí, de acuerdo. Además de hacerlo casi todo bien hay que tener un punto de suerte (que Correa la tire a las nubes a puerta vacía) y que tu portero haga unas cuantas paradas majestuosas, pero tampoco fue tanto.

De hecho, el tanto atlético es un balón fácil para Aitor que Pier desvía a las redes, justo ante él. Mala suerte levantina en el empate. Toda la del mundo. De hecho, sin Oblak bajo palos, es probable que el chut de Clerc en el 88' hubiese acabado en las redes y hubiese representado un 2-1 final. De hecho, con otro arbitraje distinto al de Munuera, Savic se hubiera ido a la calle, tras el codazo impiadoso a Roger, que rayó la agresión, e ídem de Saúl a Postigo. El Atlético de Simeone siempre parece autorizado a llegar a límites inviables para otros equipos.

El trabajadísimo empate que pudo acabar siendo triunfo tiene aún más mérito si se tiene en cuenta el estado de la enfermería blaugrana, las molestias de Radoja en el descanso (un futbolista esencial de este gran Llevant) o las carencias de la plantilla, de todos conocidas y que Paco López ha conseguido disimular de forma magistral. Verbigracia: ¿Quién hubiese apostado hace unos meses a que Duarte, por ejemplo, ofrecería el actual nivel?

Fue el típico partido, además, que con el público enchufado en Orriols se gana, porque en los últimos 70 minutos los colchoneros ya no podían con el alma, tras el desgaste brutal de la primera mitad, que les pasó factura, y al Llevant le faltó determinación para creer en la proeza, aunque firmó algún arreón esperanzador. De hecho en el último cuarto de partido se fallaron más pases y se firmaron más imprecisiones, por parte de ambos onces, que en todo el tramo anterior de encuentro. Para entonces los granotes se mostraban como un bloque sólido, contundente y bien atrincherado. Les faltó, sin embargo, el nervio de la primera mitad para enlazar unos cuantos buenos pases y plantarse ante Oblak.

Llevant UD 1-1 Atlético de Madrid

UNO A UNO: Aitor (7); Miramón (8), Postigo (7), Pier (5), Clerc (8); De Frutos (8) (Son (sc) 81'), Malsa (8), Radoja (7) (Duarte (7) 46'), Morales (3) (Gómez (4) 70'); Bardhi (8) (Rochina (sc) 86'); Roger (7) (Vezo (sc) 81').

—Paco López (9).

GOLES: 1-0 Bardhi 18'; 1-1 Pier p.p. 37'.