VALÈNCIA. Nueve días después de acabar el mercado, el Valencia saltó por los aires. La capacidad que tiene el club para su autodestrucción vuelve a traspasar fronteras. Peter Lim ha tomado la decisión de cargarse un proyecto que en dos años le había metido dos años en la Liga de Campeones y conquistado un título once años después. Un caso que evidencia aquella frase que alberga que la realidad siempre supera la ficción.
Desde el pasado mercado se generó un caldo de cultivo con la intromisión de la propiedad que tenía todo los visos de ser una herida difícil de cerrar. De hecho, ha dado la sensación de que Peter Lim tenía tomada la decisión desde hace varios días. Las últimas intervenciones públicas de Marcelino han servido de detonante, pero la realidad es que el futuro del técnico asturiano ya estaba entredicho por toda la crisis del pasado verano.
El propio Albert Celades reconoció ayer en su presentación como entrenador del Valencia CF, que sí que había estado en Singapur, donde se reunió con Peter Lim y Anil Murthy. Una condición que es indispensable para hacerse con las riendas del banquillo de Mestalla. Por tanto, no se trata de un fichaje que se haya concretado a lo largo del pasado miércoles con el futuro de Marcelino todavía por resolver. Un final inesperado para el técnico asturiano, que ayer recibió el aprecio de una plantilla que no se explica la forma en la que se ha detonado un proyecto ganador a estas alturas de temporada.
El argumento que explayó Meriton en la jornada de ayer fue la intención de proteger a los jóvenes valores de la Academia. Un argumento que aunque tenga cierta dosis de veracidad, no engloba ni mucho menos la totalidad del desencuentro entre Marcelino y Peter Lim en las últimas semanas. "El Valencia debe defender su filosofía de promocionar a los jóvenes formados en la Academia y dejarlos competir al más alto nivel. Han crecido con el club desde niños y representan nuestros valores. Se han de equilibrar los objetivos ambiciosos del club con un modelo sostenible, que sea nuestro sello de identidad", reiteró el dirigente, que apuntó que el Valencia necesita ganar cada partido pero también hacer que la sostenibilidad y la cantera propicien un hueco continuado en la élite.
PLANTILLA MUY AFECTADA POR LA SALIDA DE MARCELINO
La salida de Marcelino deja una plantilla muy afectada por la salida del entrenador. Los capitanes frenaron la crisis el pasado mes de agosto, pero se han encontrado semanas después con una decisión unilateral e irrevocable del máximo accionista que no está en sintonía con un peso importante de la plantilla. En este sentido, hombres importantes como Gayà, Rodrigo o Parejo agradecieron a Marcelino su trabajo estos dos años, con 'recado' incluido del madrileño, que deseó que puede ir a un sitio donde le "dejen trabajar".
Un vínculo que deja un ambiente delicado para Albert Celades, que debe conectar con una plantilla con cierta decepción por la marcha de Marcelino. Su labor pasa por la de aislar al equipo de todo lo generado, que no es culpa del técnico catalán y empezar a trabajar sobre el césped intentando que el nivel deportivo se resienta lo menos posible.
LA FIGURA DE MATEU ALEMANY QUEDA MUY 'TOCADA'
Por último, otro de los focos apunta a Mateu Alemany. Su pérdida de poder es innegable y Peter Lim ha reflejado su autoridad a las primeras de cambio. Un mensaje directo después de haber estado con un pie y medio fuera del Valencia por las diferencias en la gestión deportiva. Ahora, sin Marcelino en el banquillo y sin excesivo peso en la planificación del área deportiva, su futuro en el club es una incógnita, aunque Meriton no tiene previsto prescindir de sus servicios. Otra cosa, es que sea el propio dirigente el que se plantee su futuro en la entidad.