ALICANTE. El próximo 4 de enero se abre el mercado de fichajes de invierno y a nadie le escapa que el Elche es uno de los equipos de Primera que aspira a estar más activo en el mismo.

Los problemas en el eje y flanco izquierdo de la zaga, en el centro del campo e incluso en el ataque, están ahí y no solo la lógica (cuentan con una ficha libre) invita a pensar en que los franjiverdes ficharán, es que tanto la dirección deportiva como la propiedad trabajan en ello desde hace tiempo.

El Elche demostró en la segunda mitad del partido ante el Osasuna que puede jugar de otra manera: tener la posesión en campo propio es interesante si sabes aprovechar los espacios que deja atrás el adversario al obligarle a ir a por ti, pero para eso hay que contar con jugadores verticales y, especialmente, protagonizar desmarques de ruptura. En la primera mitad ante el Osasuna, que no olvidemos que es un rival directo, salvo en contadas acciones, cuando los franjiverdes tenían la posesión era en su campo, enlazando pases intrascendentes, sin generar peligro alguno (o generándolo pero en la propia meta, lo que es aún peor). Fue tras el paso por vestuarios, con los cambios de jugadores y de sistema, cuando el Elche empezó a jugar a otra cosa y no solo equilibró el partido en el marcador, también en césped. El concurso de Víctor Rodríguez y especialmente de Nino resultó determinante, pero a nadie le escapa que los franjiverdes, con independencia del esquema táctico, necesitan más.