ALICANTE. No obstante caer con el Hércules a la cuarta categoría del fútbol español, los integrantes de la plantilla blanquiazul 2020/21 que no continúan en la 2021/22 (la inmensa mayoría) están ligando su futuro a clubes que van a militar en categoría superior o a rivales directos en Segunda RFEF, cuyo proyecto es infinitamente más ambicioso en lo económico.
El caso paradigmático es el del francés Kévin Appin, que va a jugar en Segunda División A con el Ibiza, pero hay otros que llaman la atención: el central Tano Bonnín también maneja ofertas del fútbol profesional (se le ha vinculado a un recién descendido de Primera, al Eibar) y uno de sus compañeros en el eje de la zaga durante la segunda mitad del curso pasado, el portugués Romain Correia, que recaló en calidad de cedido en el pasado mercado de invierno, acaba de fichar por el Oporto para jugar en su filial.
Ya es seguro que competirán en la Primera RFEF, un escalón por encima del Hércules, el meta Ismael Falcón, con el Atlético Sanluqueño; los centrales Teo Quintero, Pablo Íñiguez y Manny Rodríguez con Sabadell, Villarreal B y Rayo Majadahonda, respectivamente; los extremos Borja Martínez y Jesús Alfaro, en el Sanse y el Logroñés, respectivamente; y el delantero Sergio Buenacasa, que ha firmado con la Cultural.