VALENCIA. La afición del Valencia CF ya ha empezado a jugar su partido para este frenético final de temporada en el que el club de Mestalla necesita certificar la permanencia en la Primera División. Alrededor de mil seguidores blanquinegros, se aglutinaron en el estadio Antonio Puchades en la primera jornada de puertas abiertas que ha instalado el nuevo cuerpo técnico comandado por Pako Ayestarán. En la grada del campo de la ciudad deportiva de Paterna, se podía observar una pancarta que muestra una declaración de intenciones por parte de los simpatizantes 'chés': "Por nosotros, por nuestro escudo". 

La parroquia valencianista consciente de la delicada situación que atraviesa el club, quiso dar otro paso al frente esta campaña y demostrarle al equipo que más allá del fracaso absoluto que va a suponer este curso, es el momento de ir todos de la mano para mejorar las sensaciones y lograr la continuidad de la entidad en la máxima categoría del fútbol español. 

Cuando acabe la temporada, ya se hará una valoración final de todo lo acontecido y se deberán tomar diferentes decisiones para no volver a cometer los mismos errores que han abocado al club a encontrarse ante un escenario muy lejano de lo que se había planificado deportivamente el pasado verano.

La intensidad con la que se vivió el entrenamiento donde la afición fue la gran protagonista, no es sino un mero ensayo de lo que ocurrirá mañana en Mestalla donde alrededor 50.000 'gargantas' arroparán a un equipo falto de confianza que debe encomendarse al apoyo de su hinchada para no empeorar todavía más su clasificación en la liga. 

Por ello, los jugadores con más peso del vestuario, que son conscientes de su decepcionante rendimiento durante todo el año, no dudaron en mantener una breve charla con algunos integrantes de la Curva Nord para agradecer su apoyo y solicitar respeto para las 'siete finales' que tiene el Valencia CF por delante. El encuentro según el capitán del Valencia CF, Paco Alcácer, al que fue acompañado por Álvaro Negredo y Jaume Doménech, fue "satisfactorio" y se espera que a través de la cohesión entre plantilla y afición se pueda dar un salto de calidad a partir de mañana. 

Además, durante el entrenamiento también hubo alguna recriminación por parte de un sector hacia la imagen que está ofreciendo Sofiane Feghouli en este segundo tramo o bien en referencia al bajo estado de forma en el que se encuentra Álvaro Negredo. No obstante, estos hechos no son más que una 'pincelada' del principal argumento que puso en escena una afición que desea por encima de todo salvar la categoría. 

Enfrente estará un Sevilla que dio un paso importante el pasado jueves en la Europa League al imponerse por 1-2 ante el Athletic de Bilbao y que propiciará que Unai Emery, efectúe varias rotaciones en su once inicial ya que sus posibilidades a arrebatar la cuarta plaza al Villarreal -está a una distancia de nueve puntos- son muy remotas.