VALÈNCIA. El ambiente en el vestuario del Levante se puede cortar con un cuchillo, pero en medio de la dramática tesitura que vive el club a Alessio Lisci no le queda otra que tratar de mantener adeptos en su causa y mover piezas para conseguir por fin una victoria el próximo lunes. Analizar lo que pasó en el césped del Collao "no tiene sentido", tal y como reconoció el propio técnico, pero sí quedaron marcados ligeros brotes verdes en forma de futbolistas que llaman a la puerta por si los de delante siguen fallando. Sobre todo en la parcela ofensiva. Si en defensa el club vive en un desorden constante que de momento Alessio no ha podido solucionar, en ataque sí se ha visto una mejoría que, pese a los resultados, ha ayudado a mantener vivo al equipo incluso en los momentos más dramáticos.
En Alcoy, Dani Gómez presentó su candidatura a la titularidad en próximas citas. Las principales amenazas en la delantera granota no están en su mejor momento -Soldado y Roger, sobre todo el 'pistolero' con la fascitis plantar que le apartó más de un mes de los terrenos de juego a cuestas- y el madrileño, con dos dobletes en Copa del Rey, se ha metido entre los máximos goleadores del equipo en todas las competiciones. Solo Morales, con cinco tantos, figura por encima de él a nivel goleador. Cierto es que las dianas del '21' han llegado ante rivales de inferior categoría y, en el caso de los anotados en El Collao, en plena caída al vacío del equipo, pero en el contexto actual una aportación así siempre es buena noticia. Dani Gómez se apuntó a la lista de Alessio de cara a próximas decisiones del romano, tanto a partir del pitido inicial como a la hora de mover el banquillo.