VALÈNCIA. Alessio tiene un plan. El Levante viaja a Barcelona para enfrentar al Espanyol -uno de los mejores locales del campeonato- como un niño con zapatos nuevos. Con ilusiones renovadas, aunque parezca increíble, a pesar de la terrible situación deportiva que atraviesa el equipo. Los granotas buscan la dulzura de un triunfo tras 24 partidos de Liga oficiales probando las mieles de la derrota o el insuslo empate. Tras dieciséis jornadas amargas en lo que va de campeonato, el Levante necesita sumar de tres e inflar su autoestima tanto como lo hace el técnico italiano en sus comparecencias públicas plagadas de fútbol, análisis y cuidado por sus pupilos.
Alessio cumple un sueño en Barcelona. Porque ya ha entrenado en Primera -un partido ante Osasuna con brotes muy verdes decora su currículum- pero lo ha hecho como interino, y ahora es un preparador de élite "de verdad". Recibió el aviso de Quico Catalán para confirmarle como máximo responsable del primer equipo y su teléfono colapsó tanto que no pudo ni llamar a sus padres, quienes hace diez años vieron el esfuerzo de su hijo para aterrizar en Valencia con la idea de, algún día, vivir precisamente lo de este mediodía. Lisci habló ayer de su ilusión, pero también de la posible titularidad de Vukcevic, el paso adelante necesario de los pesos pesados del vestuario, los movimientos de piezas para el choque de hoy y el plan de partido ante un Espanyol al que conoce bien y que se crece en su casa.
Este Levante también tratará de construirse desde atrás. Intentará ser metódico en defensa, tanto en el balón parado como en el juego dinámico, y dar continuidad al buen hacer en retaguardia que presentó ante Osasuna. El reto es no desinflar ese globo como sí le ocurrió a Pereira tras su primer choque al frente del barco granota: un 0-0 más insípido ante el Getafe antes de un trastazo en el Sánchez Pizjuán. El cuadro de Orriols ha dado muchas de cal y alguna de arena, pero siempre ha sacado su cara más fea lejos del Ciutat. Ahí es donde ha de dar hoy la talla. Con cambios en el once -se espera el regreso de Bardhi a la titularidad y algún ajuste en el círculo central- los chicos de Alessio quieren alejarse del récord de La Liga de partidos consecutivos sin ganar. Si no lo hacen ante el Espanyol, superarán la plusmarca del Sporting de Gijón en el 98. En cualquier caso, y pese a las alternativas que tiene en su abanico, cuando el preparador romano mire a su espalda en el RCDE Stadium verá a una considerable lista de recuperados para la batalla. Tendrá a Gonzalo Melero a su disposición mes y medio después de caer por su isquiotibial izquierdo, y ha dejado fuera a Miramón y Postigo en plena recuperación, y a Blesa y Pablo Martínez por decisión técnica ante el overbooking de piezas en el centro del campo.