VALÈNCIA. Capacidad de sufrimiento. Persistencia y ganas. Y muestras de que nunca iba a bajar los brazos el equipo pese a pasar momentos de frustración durante el partido ante Joventut de Badalona. Complicada la temporada de Valencia Basket, lastrado por las lesiones, que recibía a la 'Penya' con un balance de 4-4 en la Liga Endesa, en la que no ganaba como local en lo que iba de curso. Y lo consiguió en la jornada 9. Y lo hizo cuando el partido de iba consumiendo. Le costó muchísimo. Pero cuatro puntos finales de Dubljevic desde los libres, dos de ellos a falta de 43 segundos, fueron ya los definitivos. Se puso 71-70 Valencia. Lo había hecho por implicación innegociable, por seguir creyendo pese a los momentos ásperos que tuvo en el desarrollo del juego, por garra y porque supo sufrir para ganar en la Fonteta, que ya lo necesitaba.
Guillem Vives pisaba la pista de la Fonteta por primera vez desde el fin de su etapa taronja el pasado verano. Estuvo de inicio en el quinteto de Carles Duran, pero fue otro ex como Pau Ribas el que hizo la primera anotación del partido con un triple para Joventut; en efecto, la asistencia fue de Vives. Errados sus primeros ataques, Valencia Basket respondió activando su anotación con Prepelic y Dubljevic. Incurrió Tomic, pero Valencia respondió con un parcial de 6-0 de la mano de Dubi y cuatro puntos consecutivos de Pradilla (10-5, m.4). No obstante, la 'Penya' respondió para igualar, afilando Ribas otro triple. Se retaron en eso mismo López-Arostegui y Vives. La alternancia de la igualdad en varias fases con el paso de los minutos se fue al 20-20 tras un acierto exterior de Dubljevic (m.8). Sin embargo, Joventut afiló un parcial de 0-5 con Busquets y Brodziansky para cerrar cinco arriba el cuarto (20-25).
Dadas las circunstancias de las bajas importantes por lesión que viene arrastrando Valencia Basket desde que empezó el curso -siguen fuera Tobey, Claver y Dimitrijevic-, los locales aguantaron relativamente bien el primer periodo con su rotación, pero aunque el marcador no era preocupante las sensaciones de fluidez y fuelle ya fueron otra cosa en el recorrido del segundo cuarto. El equipo de Peñarroya pegó un ligero acelerón en los dos primeros minutos para un parcial intermedio de 6-2 con Rivero y cuatro puntos consecutivos de Labeyrie. Anotó Birgander, pero se abrió una fase de atasco anotador de unos y otros. Mediado el cuarto, Valencia se ponía a un punto de los de Badalona (28-29, m.15). Incurrieron los locales en varias pérdidas no forzadas. Al tiempo, ese aspecto de la fluidez marcaba el progreso para los locales, que perdieron el parcial de dos puntos solo, pero las sensaciones eran extrañas. Joventut alcanzó el descanso siete arriba (32-39).