VALÈNCIA. La garra de Nikola Kalinic y el liderazgo de Bojan Dubljevic, además de la mano de Hermannsson, levantaron un partido que parecía imposible para Valencia Basket. Los taronja andaron por las tinieblas en la primera parte, comenzaron a escapar de ello en el tercer cuarto y conjugaron la remontada en el último tramo para imponerse a Casademont Zaragoza (93-84) en la séptima jornada de la Liga Endesa. Valencia Basket protagonizó una paupérrima primera parte. Quebrados. Desdibujados. Sin pulso. Todavía con la resaca de la victoria en Kaunas. Y Zaragoza, con buena praxis, ni más ni menos que le endosó 55 puntos entre los dos primeros cuartos. O reaccionaba con rotundidad Valencia, como hizo en el tercer cuarto ante Zalgiris, o se avecinaba un partido de los que se les escurren en las resacas europeas. Mejoró ligeramente Valencia Basket y le dio al menos para llegar al último tramo con opciones, aunque doce abajo. La reacción llegó precisamente en la recta final. Fue restando el conjunto taronja y se colocó a uno (78-79) a cinco minutos y medio para finalizar. En la remontada tuvo mucho que ver la garra de Kalinic y el liderazgo de Dubljevic, además de la mano de Hermannsson, Labeyrie o Marinkovic.
Tuvo un comienzo gris, áspero, errático el encuentro entre valencianos y zaragozanos. En efecto, se mostraron agresivos y solventes ambos conjuntos en defensa, pero la espesura fue notoria en esos primeros compases en la ejecución de lanzamientos. La cosa es que los locales no levantaron cabeza y los visitantes despegaron con rotundidad. Seeley armó un triple para Casademont, replicado por un vuelo de Tobey y un acertado tiro exterior de Vives (7-7, m.4). Pero Seeley se volvió a elevar para extender la brecha y meter a Zaragoza a nueve puntos sobre unos locales desdibujados (9-18, m.7). Zaragoza corría y hacía circular el balón ante un equipo que no acaba de entrar bien en el juego. Tiempo muerto de Ponsarnau, que dio la vez a Dubljevic y Marinkovic. Los zaragozanos respondieron con dos anotaciones de Ennis, al tiempo que los taronja seguían rotos, lo que hizo al técnico local volver a llamar a capítulo a los suyos. Nada. Con un más diez cerró Casademont el primer cuarto (17-27).
En Valencia Basket aparecieron las buenas elecciones de lanzamiento de Dubljevic y Marinkovic, rompiendo, al menos, con la línea general de atasco. El problema fue que ese acierto fue puntual, pues el juego en sí no mejoró. De nuevo, esa falta de chispa después de un partido de Euroliga. Los valencianos regresaban a la Fonteta después de imponerse en Kaunas al Zalgiris, pero ante Casademont les costaba entrar en el partido mientras los visitantes no perdían ese buen tono tanto en defensa como en ataque para mantener el más diez (32-42, m.15). Paró el partido Ponsarnau, pero por mucha (o poca) propuesta que hizo el técnico o movimientos de banquillo que realizó, Valencia no salía del atasco, mientras Benzing o Ennis siguieron extendiendo la renta de Zaragoza minimizando los triples de Hermannsson, Dubi o Vives, alcanzando el descanso con un marcador de 39-55.