VALÈNCIA (EFE). El Valencia Basket arranca este domingo la Liga Endesa con el difícil reto de compaginarla con su regreso a la Euroliga más larga de la historia y de mantenerse como alternativa en la competición de la acb, en la que la pasada campaña fue finalista ya de la mano del técnico Pedro Martínez.

Además, la temporada del Valencia estará marcada por ser la primera que disputa en su nueva casa, el Roig Arena. Tras casi cuarenta años en la Fonteta, el club se trasladó este verano a la instalación que ha impulsado y costeado su máximo accionista, Juan Roig, en una parcela municipal.

El hecho de que la Copa del Rey se vaya a disputar en este escenario garantiza la presencia del Valencia en el torneo por lo que le permitirá afrontar la primera vuelta sin la urgencia de tener que ser uno de los mejores siete equipos en ese momento.

El Valencia llega a este debut contra el Barcelona tras haber conquistado el pasado domingo la Supercopa de la acb ante el Real Madrid en Málaga y haber jugado una jornada doble de la Euroliga, en la pista del ASVEL Villeurbanne y en casa ante el Virtus Bolonia, un ejemplo de cómo serán sus semanas este curso.

Para afrontarlo, el Valencia ha apostado por una plantilla un poco más larga que la de la pasada campaña. Son quince jugadores, a los que hay que sumar al temporero Ike Iroegbu, con contrato hasta mitad de octubre, y Ethan Happ, lesionado desde hace casi un año y que tiene complicado reincorporarse a la plantilla.

Se mantienen los prometedores Jean Montero, dominicano, y Sergio De Larrea, ambos con el contrato mejorado como Brancou Badio, Josep Puerto, Jaime Pradilla y Nate Reuvers. Además también continúan los asentados Xabi López-Arostegui y Matt Costello y queda pendiente el papel que pueda tener Nate Sestina tras su escaso protagonismo en pretemporada.

Además, se han incorporado ya con experiencia en la acb Darius Thompson, ex de Baskonia y del Efes, Kameron Taylor y Yankuba Sima, que llegan del Unicaja. y los prometedores Neal Sako, del ASVEL, Omari Moore, del Darussafaka, e Isaac Nogues, canterano del Joventut y que llega de una campaña en la G League.

El perfil de las incorporaciones, salvo la del talentoso Thompson, ha premiado la juventud y el físico para poder compaginar mejor ambas competiciones, un reto que tradicionalmente le ha costado mucho al club.

En este caso lo afronta con un sistema de juego ya asentado, algo que le debe ayudar a hacerlo. En la primera campaña de esta segunda etapa en el club el curso pasado, Pedro Martínez instauró un juego rápido, con muchos tiros triples y mucha ambición en el rebote en las dos canastas al que dará continuidad.