VALÈNCIA. El técnico Pedro Martínez (Barcelona, 1961) cumplirá este lunes 10 de marzo 35 años en la élite del baloncesto español, una larga trayectoria que arrancó con un debut por una apuesta y que cuenta con tres títulos, incluida una Liga ACB y con otros éxitos igual o más valiosos, bien por ser proyectos más humildes o por la huella que han dejado y dejan sus proyectos.

El 6 de marzo de 1990, el Joventut jugó en Sarajevo (Bosnia) la ida de las semifinales de la prestigiosa Copa Korac y lo empató a 90 con el estadounidense Herb Brown en el banquillo. Fue la última vez que le dirigió, puesto que de regreso a Badalona la directiva lo destituyó por su "falta de adaptación y entendimiento con los diferentes estamentos del club".

Esa explicación escondía su mala relación con algunos jugadores, sus ayudantes y parte de la directiva pero obviaba el detonante. En la previa del choque, montó un concurso de tiro y quiso que el club pagara a los ganadores las tres mil pesetas del premio, el gerente se negó y ambos se enfrentaron.

Campeón de la Korac en tres semanas

El 8 de marzo, con su despido, la Penya nombró como sustituto a Pedro Martínez, que era entonces uno de sus ayudantes. Tenía 28 años, ahora 63. Era su cuarta campaña en el club y su buen hacer en el equipo junior le había empujado al cuerpo técnico del primer equipo unos meses antes.

Dos días después de aquel terremoto, Pedro Martínez se estrenó en un triunfo contra el CAI Zaragoza. El 28 de marzo, solo tres semanas después de hacerse cargo del equipo, levantó la Korac contra el Scavolini Pesaro de un también veinteañero Sergio Scariolo y acabó con la sombra de 'equipo perdedor' que arrastraba el club.

Aquel fue el acelerado y exitoso estreno en la élite de Pedro Martínez, pero su carrera en los banquillos empezó once años antes. Fue en 1979, con un equipo infantil en el colegio Alpe y, por tanto, lleva 45 campañas como entrenador.

Más de 1.000 partidos en ACB

Este sábado en el banquillo del Valencia Basket, dirigió en la Fonteta su partido 1.040 en la acb. Es el técnico en activo con más encuentros, solo superado por Aíto García Reneses, que paró su contador en 1.111. Ante el Bilbao este sábado, firmó su triunfo 544 por 496 derrotas.

Ni la Korac ni el subcampeonato liguero le valieron para renovar en Badalona y eligió irse al humilde Manresa antes que ser el segundo de Lolo Sainz en una Penya que aspiraba a ser campeona, una decisión que refleja su manera de ser y que ha repetido otras veces.

En el Nou Congost ha vivido tres brillantes etapas y 10 de sus 32 temporadas en la acb, con un total de 349 choques solo en la liga. Su vinculación con el Resa solo es comparable a la que ha tenido con el Gran Canaria, donde ha acumulado ocho campañas en dos etapas.

Con presupuestos bajos, o no demasiado altos, llevó a ambos equipos a éxitos de juego y resultados que, sin el brillo de los títulos, marcaron épocas. Salvaciones tan agónicas como celebradas, victorias ante los gigantes de las Liga, apariciones inesperadas en los playoffs... y casi siempre multiplicando el rendimiento de sus jugadores.

El técnico que llevo a Valencia Basket a la cima

Ahora en el Valencia vive también su segunda etapa. En la primera le llevó adonde ni uno -como club- ni otro -como entrenador- habían estado nunca: a la cima de la acb. El 16 de junio de 2017 conquistó la Liga en una Fonteta abarrotada ante el Real Madrid. Un éxtasis 'taronja' que le convirtió en un ídolo.

Este verano ambas partes se reencontraron y, a la espera de concretar los frutos, de momento ya ha ganado algo: en ocho meses ha creado identidad con un juego rápido que acumula un torrente de tiros y ataca con hambre el rebote en las dos canastas. Una idea puesta en práctica también este mismo curso por algún otro proyecto europeo y que ya gana adeptos. Otra vez a la vanguardia.

Luces y sombras

Su carrera en la ACB incluye trayectorias, algunas brillantes y otras discretas, por el Salamanca, Granada, Ourense, Estudiantes, Girona, Sevilla y Baskonia. En el club vitoriano logró la Supercopa de 2005 y acabó destituido tanto en esa primera etapa como en la segunda, más de una década después.

También salió antes de hora por voluntad ajena del Granada y del Estudiantes y se marchó por voluntad propia de la Penya en 1995 tras una segunda etapa sin brillo. No fueron los únicos momentos frustrantes. Una carrera tan prolija como la que lleva los tiene a la fuerza.

Se pasó en blanco las campañas 1996-97 y 1998-99, esta última sin ofertas que rechazar. No pudo evitar el descenso del Ourense en 2001 y tras rozar la gloria se quedó con el amargo sabor de la derrota en algunos partidos señalados: un cruce con el Panellinios en el banquillo del 'Granca', la final de la Eurocopa con el Girona ante el Joventut de Aíto, Rudy Fernández y Ricky Rubio o la de ese mismo torneo ante el Unicaja con el Valencia.

En cambio, aunque supuso bajar un escalón puso su semilla en la LEB en proyectos que luego florecieron en la acb como el Menorca y el Tenerife. Este curso, para reiniciar su proyecto con el Valencia eligió la canción 'My way'. "Lo hice a mi manera" cantaba en esa versión Nina Simone, igual que Pedro Martínez pero él todavía en un rabioso presente. Treinta y cinco años después, lo sigue haciendo a su manera.