VALÈNCIA. Ya no hay margen de error. Valencia Basket disputa esta noche en la Fonteta el tercer partido de la final de la Liga Endesa, con la obligación de ganar para evitar que el Real Madrid levante el título. Tras caer en los dos primeros asaltos en el Movistar Arena, el equipo de Pedro Martínez necesita sacar toda su rabia y todo su orgullo, tras lo sucedido en Madrid, para alargar la serie y evitar que hoy sea el último partido en la Fonteta, el pabellón que ha sido su casa durante más de tres décadas.

Una injusticia que duele

El segundo partido dejó una sensación muy difícil de digerir. El Real Madrid se llevó el triunfo por 102-96 en la prórroga, pero los focos no solo se centraron en el baloncesto. Los árbitros perjudicaron a los ‘taronja’ con decisiones muy cuestionadas que condicionaron el desenlace. La más flagrante, un tapón ilegal de Tavares en los instantes finales que, de haberse pitado correctamente, habría supuesto la victoria para Valencia Basket. No fue la única. Durante todo el encuentro, las decisiones arbitrales beneficiaron claramente al conjunto blanco.

A pesar de todo, el equipo compitió de tú a tú y demostró que puede plantar cara a los de Chus Mateo mostrando un gran nivel de baloncesto.

El precedente imposible

La historia no engaña. Nunca nadie ha remontado un 2-0 en contra en una final de Liga Endesa. Pero los imposibles están para romperse, y si alguien puede hacerlo, es este Valencia Basket. Porque si algo ha demostrado este equipo a lo largo de la temporada es que sabe levantarse, que no se rinde y que, contra todo y contra todos, siempre pelea hasta el final.

Hoy empieza ese camino. La Fonteta quiere vivir una noche mágica y alargar la serie. Además, está en juego algo más que un partido. Si Valencia Basket no gana, este será el último encuentro en la Fonteta, antes del traslado al Roig Arena la próxima temporada. El equipo no quiere que el adiós llegue esta noche. Quiere que la Fonteta viva un cuarto partido el viernes.

Ambiente de las grandes noches

El ambiente será el de las grandes citas, con la Fonteta volcada en llevar al equipo en volandas. Habrá un recibimiento especial y se espera un lleno absoluto para empujar al equipo en busca de la primera victoria de la serie.

Sin bajas en el conjunto taronja, Pedro Martínez tendrá que volver a realizar dos descartes, pero todo apunta a que se repetirán los del segundo partido.

Hoy no se juega solo un partido. Hoy se juega el orgullo, la justicia y el derecho a soñar. Porque contra todo y contra todos, Valencia Basket quiere venganza. Quiere justicia. Y quiere que esta no sea la última noche en la Fonteta. El primer paso de la remontada empieza aquí.