VALÈNCIA. El entrenador del Valencia Basket, Rubén Burgos, aseguró en la previa del encuentro ante el Celta Zorka, que encaran una semana que "seguramente sea la más complicada" de sus respectivas "carreras deportivas" por la cercanía a la tragedia de la dana, pero insistió en que "hay que levantarse" y poner su "granito de arena" para "visibilizar la situación".

"Hay que levantarse, hay que ayudarnos unos a otros y estar con quien lo necesita de la manera que podamos hacer. El club ha tenido varias iniciativas y creo que todas muy acertadas y necesarias", insistió el técnico valenciano en la previa del encuentro ante el Celta Zorka.

Así, explicó que van a intentar poner su "granito de arena" y "que la vuelta a la competición sirva para para visibilizar la situación, para transmitir ilusión a la gente de Valencia" e intentar "ser un motivo de orgullo".

"Por lo que representamos, creo que es lo que está en nuestra mano y lo mínimo que podemos hacer", subrayó el entrenador valenciano, que advirtió de que les toca "volver a la competición en, seguramente, la semana más complicada" de sus carreras deportivas y en sus vidas.

"Todos los valencianos tenemos familiares, conocidos, cosas en común con esa zona y estamos muy sensibilizados, tanto en lo personal como a nivel entidad", indicó Burgos, que reivindicó que el club "desde el primer día ha facilitado sus instalaciones y sus medios materiales y personales para ayudar en lo más importante, que son las vidas humanas y a partir de ahora, la vuelta a la normalidad".

Este encuentro, el quinto de Liga para el Valencia, aunque correspondiente a la sexta jornada de competición liguera, supone el primer partido del club 'taronja' tras la tragedia ocurrida por la dana el pasado 29 de octubre, un día en el que el equipo jugó, y ganó, en la pista de la USK Praga para certificar su presencia en la segunda fase de grupos de la Euroliga.