VALÈNCIA. Wesley Moraes sigue sin encontrarse. Al brasileño le está costando lo que no está escrito no solo hacerse con la titularidad en la delantera granota -algo que ya ha perdido definitivamente en favor de Bouldini-, sino también ver puerta con la camiseta del Levante. En Olot, obtuvo la enésima oportunidad para inaugurar su marcador personal y, más allá de su labor casi siempre incuestionable fuera del área, dentro de ella mantuvo la versión apática que ha estado presente en la práctica totalidad de los encuentros que ha disputado. Javi Calleja le echó un capote en sala de prensa, alabó de nuevo su trabajo y emplazó al delantero a marcar más adelante. Le dio cariño público, confianza. "El gol llegará", dijo el técnico. Y ahora se abre una semana de sesiones en las que Wesley habrá de batallar por salir de inicio en el partido verdaderamente importante ante Las Palmas... con todo en contra.

No solo pesa en su mochila no haber anotado en 14 partidos, también el hecho de que el resto de componentes del ataque sí lo ha hecho. Soldado, que hoy algutina todas las papeletas para sustituir a Bouldini el domingo próximo, hizo dos en Copa. Brugui, Cantero, el propio Bouldini o Robert Ibáñez, también han visto puerta. Wesley ve cómo se queda atrás en las estadísticas y respecto a la vara decisora del entrenador. Desde que llegó Calleja a Orriols, el ariete carioca solo ha jugado como titular en Olot, mientras que en Liga ha disputado minutos postreros (ninguno en Ibiza, 11 ante el Sporting, 10 en Granada y 8 en Albacete). El futuro puede cambiar las tornas en una categoría larga y que puede arrojar algunos vaivenes, pero el presente es poco alagüeño para Wesley.