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CONTRACRÓNICA UD LAS PALMAS - VALENCIA CF

Un VCF en descomposición y camino de segunda 

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VALENCIA. Ni con un regalo en forma de gol en el minuto dos sirve para que este Valencia CF sume puntos en la Liga española. Ni con un cambio en el banquillo que según algunos era el maná que necesitaba el vestuario valencianista. Ni teniendo los futbolista la lupa encima de ellos al ser los grandes señalados por la vergonzosa temporada que están firmando en todas las competiciones. El equipo de Mestalla huele a segunda división que echa para atrás, y sólo el bajo nivel que dan los equipos que están por debajo y los pocos puntos que hacen falta para salvarse acercan algo el bochornoso objetivo, que supone para este Valencia CF, de lograr la permanencia.

Pako Ayestarán debutó en Las Palmas de Gran Canaria y no cambió casi nada. El once fue el mismo que podría haber alineado Neville o el propio Nuno. Al final no apostó por juntar a Negredo con Paco Alcácer en la delantera y sí por un trivote de músculo con Fuego y Danilo junto a Parejo. El partido se puso de cara con un error infantil de Javi Varas en el minuto dos. El portero le regaló un gol a Rodrigo Moreno, el primero del delantero en liga, de esos que se regalan uno cada varias temporadas. El partido se ponía muy de cara y casi sin empezar a correr ya tenían los de Mestalla ventaja. 

Los siguiente minutos fueron para los blanquinegros excepto una buena contra amarilla que Diego Alves despejó brillantemente a córner. El equipo frenó bien a los canarios y tiró varias buenas contras. Rodrigo tuvo el segundo tras encarar a Javi Varas y cruzar la pelota en exceso. Pérez Montero también privó a los valencianistas de dos claras ocasiones de gol cuando frenó dos mano a mano de Paco Alcácer contra el portero andaluz a instancias de su asistente. Fueron dos fuera de juego mal pitados que terminaron siendo muy dañinos para los valencianistas. Sin embargo, los siguientes 65 minutos de los pupilos de Ayestarán fueron tan lamentables que casi debería ser pecado reclamar nada a los árbitros. 

Ya los últimos quince minutos del primer acto fue canario. Los de Setién tomaron el mando con Tana, Mesa y Viera haciendo mucho daño con su movilidad y buen toque de balón. No consiguieron hacer excesivo peligro pero sí empezaron a ponerle cerco a la portería de Diego Alves. Ese dominio se confirmó en el segundo tiempo, al que los de Ayestarán no comparecieron. Pronto Javi Fuego, con una tarjeta amarilla, concedió un penalti absurdo en el que Montero le perdonó la expulsión. 

Viera no falló y pese a que Alves tocó el balón puso el empate en el marcador. A partir de ahí los valencianistas se apagaron. El técnico vasco estuvo lentísimo leyendo que el equipo necesitaba algo nuevo porque no había salido del vestuario y en el minuto dieciocho del segundo acto se escenificó la temporada del Valencia CF en un autogol de circo. Santos intentó despejar un centro al área y su despeje pegó en Mustafi y terminó colándose en la portería de Alves. A partir de ahí, Diego Alves fue el mejor valencianista salvando varios goles que hubieran hecho más dolorosa la derrota. 

Ni André Gomes, ni Negredo ni Feghouli le dieron nada al equipo. Aunque es cierto que el vallecano entró sin tiempo para nada en otro error del entrenador al guardar tanto a su único delantero referencia en un partido al que al equipo le costaba salir y necesitaba más fútbol directo. El partido finalizó con la Unión Deportiva Las Palmas superando en la tabla al equipo valencianista. Con un equipo roto. Hundido. Que fue incapaz de crear una sola ocasión de peligro tras verse remontado. Con un equipo sin carácter y sin alma que se arrastra por los campos de España sin ningún conocimiento del sentimiento que defienden y sin ninguna capacidad de reacción. 

Este domingo será otro domingo duro para el valencianismo, que se volverá a pegar al transistor para cruzar los dedos y desear que los seis puntos que tiene de distancia el equipo sobre la zona de descenso sigan siendo tales y que los equipos de abajo no ganen. La semana volverá a ser larga hasta el domingo a las 16.00 de la tarde cuando Mestalla se vista de gala para llevar a los suyos en volandas ante el Sevilla. Eso sí, el miedo en el cuerpo por un posible descenso ya lo lleva el valencianismo metido hasta dentro. 

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