ALICANTE. En el fútbol se acostumbra a calificar como leyenda a quien gana muchos títulos, pero la realidad es que hay muchas formas de llegar a esa categoría: los goles, los años en la elite, el carisma, la lealtad a los colores... Jorge Molina es un buen ejemplo de lo anterior.

El delantero alcoyano anunciaba este miércoles que cuelga las botas e inicia una nueva etapa en el mundo del fútbol como integrante del 'staff' técnico del Granada. Lo anterior después de que en marzo se lesionara gravemente en una de sus rodillas y en junio no renovase su contrato como futbolista con el conjunto rojiblanco.

Nacido en Alcoy hace 41 años, Molina pone fin a una prolífica carrera en la que destacan los más de 600 partidos oficiales en que ha participado y las 19 temporadas que ha disputado en el fútbol profesional, en las que ha anotado 253 tantos y ha firmado 41 asistencias de gol.

El Hércules siempre lo dejó escapar, pero no otros equipos de la provincia de Alicante como Alcoyano, Benidorm y Elche. También ha defendido las elásticas de Poli Ejido, Gandía, Real Betis, Getafe y Granada. 

Aunque ya había brillado en el fútbol no profesional, es de franjiverde, en el curso liguero 2009/10, cuando explota definitivamente como delantero: en su debut en el fútbol profesional, en Segunda División con el Elche, anotaba 27 tantos en 39 partidos. Lo anterior le llevaba a ser traspasado al Betis, con el que ascendería en dos ocasiones a Primera División y firmaría la friolera de 77 goles en 211 encuentros oficiales repartidos en seis temporadas. Después llegaría la época (nunca mejor dicho) del Getafe, donde convirtió 52 dianas en los 163 partidos que jugó en cuatro campañas, y los tres cursos con el Granada, etapa a la que pone abruptamente fin por la citada lesión, pero en la que ha seguido dando muestras de su olfato goleador con 31 dianas.