ALICANTE. Cinco días después de haber formado un corrillo en el centro del campo del estadio Rico Pérez con sus jugadores, buscando mentalizarles de que la temporada no había terminado por adelantado para ellos, no obstante el revés que había supuesto la derrota como local ante el Olot, 'Lolo' Escobar decía en la sala de prensa del Rico Pérez que no sabía si había convencido "a muchos o pocos", pero esperaba que fuera lo primero.
El preparador dombenitense del Hércules manifestaba lo anterior en su comparecencia ante los medios previa a la visita al Deportivo Aragón, el primero de los solo cuatro partidos que restan para que baje el telón de la fase regular en Segunda Federación. Escobar se resistía a considerar "definitivo" un resultado adverso en el mismo porque eso dependería de lo que ocurra en otros partidos, abogando a continuación por centrarse "en lo nuestro", en ganar para evitar tener que mirar a otros campos.
"Está difícil, pero mientras hay vida, hay esperanza", decía el técnico blanquiazul antes de reconocer que que, a juzgar por los resultados ("Mirando resultados estamos mejor fuera de casa que en casa"), a los suyos se les da mejor jugar a domicilio que como locales, les afecta la mayor o menor presión ambiental, algo que no dejaba de sorprenderle porque para él "jugar en el estadio Rico Pérez es lo más parecido a estar en el fútbol profesional [...] el que le chillen, insulten hace que se sienta vivo".