VALÈNCIA. Las lesiones nunca son bienvenidas, pero la de Álex Blesa es de lo más inoportuna. El canterano del Levante sufrió un esguince de grado II-III en el ligamento colateral medial de la rodilla derecha durante el partido de entrenamiento del pasado domingo frente al Al Ain en las instalaciones de La Finca y enfrenta ahora dos meses de dique seco que trastocan sobremanera sus planes para pelear por un puesto en la primera plantilla granota.
El valenciano, atado hasta 2024 como granota, tiene por contrato la promesa de ficha de primer equipo para el curso próximo y la opción de militar a las órdenes de Paco López. Ha jugado toda la temporada en el Atlético Levante a sabiendas de esa condición, ilusionado con la actual pretemporada apuntan en Buñol, porque este era un verano marcado en el calendario para el centrocampista de 19 años. Pese a ello y con su juventud, sus posibilidades de terminar luciendo dorsal de primer equipo se reducían ante el número de fichas que el Levante tiene en su demarcación.
Con Malsa, Radoja y un Vukcevic al que se le busca comprador en el mercado, el nuevo desembarco de Pepelu -quien todavía no tiene el sello definitivo respecto a su futuro el próximo curso-, el regreso de Campaña sin, de momento, ofertas que hagan poner de nuevo en tela de juicio su continuidad, o la presencia momentánea de Bardhi, Blesa parte con pocas opciones de jugar en el Ciutat de València... pero con muchas de dar un salto mucho más allá de la Segunda RFEF, donde militará el Atlético Levante la temporada que viene.