VALENCIA. El Valencia despidió la temporada en Mestalla con una nueva decepción que terminó con una gran pañolada a los futbolistas tras el gol de Oyarzabal en la última jugada del partido. El encuentro ante la Real Sociedad fue un fiel reflejo de lo que ha sido el Valencia durante esta campaña, un equipo lento, plano, apático, sin alma.
La tónica no podía ser otra en unos jugadores que han demostrado luchar muy poco por la camiseta que visten. Como bien reconoció Ayestarán tras el encuentro frente al Villarreal, el cuerpo técnico no ha sido capaz de hacerle entender al vestuario que pese a que no existieran urgencias deportivas había que seguir compitiendo. Una realidad a tenor de lo visto sobre el césped.
Tras la derrota ante Las Palmas que dejó al equipo al borde del abismo, llegaron tres victorias seguidas que dejaron al equipo salvado. Una vez conseguido el 'gran éxito' de la permanencia, los jugadores desconectaron y el resultado es evidente, un punto de doce y conseguido únicamente por la inoperancia del Getafe, que mostró porque está peleando a vida o muerte por mantener la categoría.
Ahora llega el momento del club que debe reconducir todos los problemas deportivos de esta campaña. Lo primero valorar la continuidad de Ayestarán y ver si es el idóneo, como él dice, para encabezar este proyecto. Tres victorias, un empate y cuatro derrotas y la sensación de que muy poco ha cambiado de la ‘era Neville’ puesto que los jugadores únicamente han competido cuando han visto peligro real, como sucedió con el inglés y sus tres victorias en cuatro encuentros –Espanyol, Granada y Málaga- cuando el descenso acechó seriamente. El técnico vasco, por tanto, no ha sabido transmitir a los futbolistas la necesidad de competir siempre en cada partido, como él mismo reconoció.
Y posteriormente analizar la plantilla. Un grupo de jugadores que han evidenciado durante toda la temporada que solo compiten cuando les apetece y que cuando no hay nada por lo que competir deportivamente no les importa lo más mínimo dejar por el suelo la historia del Valencia. Unos futbolistas a los que se les debe convencer de que hay que salir todos los partidos a ganar, incapaces de intentar salvar la honra ante su afición y dejarles con algo bueno tras una temporada de sin sabores.
El encuentro, además, ni siquiera sirvió para ver a los jóvenes canteranos que estaban en la convocatoria. Únicamente Sito tuvo minutos tras la lesión de Piatti y apenas tardó cinco minutos en levantar a Mestalla con un buen regate en el centro del campo. Posteriormente se apagó y se contagió del resto del equipo. Tropi, Lato o Carlos Soler no tuvieron la oportunidad y ni siquiera con eso pudo quedarse Mestalla.
Así pues, el Valencia puso punto y final a una de las temporadas más decepcionantes para el aficionado y para el club. Este sábado debe ser el día uno de la nueva temporada. El entrenador es la pieza clave sobre el que debe girar el nuevo proyecto.