VALENCIA. El Valencia cayó eliminado en los octavos de final de la Europa League pese a ganar el encuentro por 2-1 ante el Athletic de Bilbao.
Los colaborades de Plaza Deportiva analiza el choque:
VICENTE BAU
Reacción tardía. Ayer vimos a un Valencia casi no visto ahora. Y tengo dudas. No se si meterme con el árbitro por el gol del Athletic -intolerable- o preguntar la razón de la diferencia de este Valencia con el de toda la temporada. Sea como fuere solo e iste una verdad. Y esta nos indica de forma rotunda y con prontitud que ya se ha acabado todo. El fracaso global es absoluto. Y yo me quedo con una duda: Peter Lim existe de verdad?
DESMEMORIATS
Yo quiero hacer una pregunta. ¿Vamos a empezar a exigir responsabilidades o seguimos generando cortinas de humo, esta vez con árbitros, para seguir en la inopia? Es por ir haciendo la maleta. Pues mira, hablando del partido, ha pasado justo lo que esperaba. Venía yo convencido que si no se anotaban tres tantos no había sorteo. Que hacerlo era tan complicado como que este equipo acabe con la portería a cero. Me quedo con lo que dijo César, el único ex jugador del VCF que no viene cargado de rencor, y es que el VCF estuvo más concentrado e intenso que en toda la temporada junta. Con eso destapamos muchas caretas y pasamos al siguiente punto: Por segunda vez en tres años, el Valencia no jugará competición europea. Esa es la realidad actual de un club empequeñecido hasta en los hashtags.
JOSÉ MARÍA PERIS
Fue bonito mientras duró. Una primera parte de las que ya no se recuerdan en este año, donde todos los hashtags se quedaban cortos ante el empuje y el acierto cara a portería.
Y la noche se vestía de magia, con Santos tozudo con el pie y, sin embargo, imperial con la cabeza para congraciarse con una grada que, exigiendo a los suyos, les arropó como en años, o semanas mejor.
Pena que Parejo, nuestro Curro Romero, no atinó con esa falta coreada por Mestalla, que hubiera convertido al hermanísimo en héroe fallero, pasando a la historia como Carew y otros muchos.
Veremos el futuro liguero que nos depara, lejos, muy lejos del objetivo del verano.
