VALÈNCIA. El Levante quiere evitar que la futura marcha de Morales golpee todavía más fuerte. La continuidad del Comandante era precisamente uno de los atractivos del proyecto en Segunda División de cara al resto de operaciones que ha de acometer: fundamentalmente la renovación de Pepelu. La clave para convencer al dianense de seguir jugando en el Ciutat no es únicamente económica, sino sobre todo deportiva. De proyecto. Uno que todavía no tiene un entrenador y que probablemente perderá a su buque insignia. 

Sin Morales, el Levante echa toda la carne en el asador por Pepelu. El contrato duradero, de 10 años, con el objetivo de hacerle capitán general en su casa convence de momento al centrocampista, que ha visto cómo el Levante ha accedido al grueso de sus peticiones. Desde el principio Pepelu y su entorno vieron con buenos ojos la oferta del director deportivo astorgano, con diferencias respecto a lo que el anterior Área Deportiva le había trasladado al jugador en noviembre y que mantenía el asunto enrocado.