VALÈNCIA. Una de las semanas más ilusionantes en la historia del Levante arrancó ayer con buenas noticias. Ya se había encargado Morales de disipar dudas y restarle importancia al pinchazo en la parte posterior de su pierna izquierda que le hizo pedir el cambio en el encuentro ante el Granada, pero hasta volver a verlo de corto y confirmar las valoraciones de los servicios médicos, todo era aventurarse solo con las buenas sensaciones del Comandante como argumento. 

No era poca cosa, pero el capitán se ejercitó ayer con el resto de sus compañeros en una sesión regenerativa para los futbolistas que jugaron el pasado sábado en el Ciutat de València. El de esta mañana será un entrenamiento clave con miras a San Mamés, pero en principio, y si no ocurre ninguna desgracia que estropee el buen sentir granota de cara a la Copa, el mejor ataque de España estará en plenas condiciones ante el Athletic. La dupla más equilibrada y el mayor asistente se darán cita en la Catedral.