VALÈNCIA. El Valencia Basket abrirá oficialmente la temporada este sábado con la semifinal de la Supercopa ACB ante el Barça y lo hará sin presión, ya que el conjunto catalán es favorito por su mayor potencial, pero también aún por hacer.

Pese a las buenas sensaciones de la primera parte de la pretemporada, el Valencia sufrió un duro correctivo el pasado domingo ante el San Pablo Burgos, tras el cual Jaume Ponsarnau, su entrenador, admitió que están menos avanzados de lo que creían.

El técnico ha decidido descartar para el torneo a dos de sus cinco fichajes, a Quino Colom por cuestiones técnicas al ser de los últimos en llegar, y a Maurice Ndour por un golpe en un brazo.

Ponsarnau tendrá que integrar sólo a tres jugadores nuevos, los escoltas Vanja Marinkovic y Jordan Loyd y el ala-pívot Brock Motum.

Se espera un Valencia con una filosofía coral en ataque parecida a la de la pasada campaña, aunque con la duda de si podrá compensar los puntos perdidos por las marchas de Will y Matt Thomas, y que aspira a poder presentar un perfil más físico en defensa.

Enfrente tendrá a un rival que ha sido el gran protagonista del mercado de fichajes en Europa con incorporaciones como las de Nikola Mirotic, Cory Higgins, Brandon Davies y recientemente la de Malcom Delaney.

El Valencia afronta este torneo tras haberse proclamado campeón de la Supercopa de 2017 en la que fue su última participación en este tempranero campeonato.