VALÈNCIA. El Valencia Basket afrontará esta nueva Liga Endesa 'obligado' a subir un último escalón en su ambición para tratar de conseguir el título después de que se haya cerrado el acceso a la Euroliga por la vía de la competición doméstica.

Hasta ahora el club valenciano siempre había encarado la liga como una vía de acceso a la máxima competición europea, sin cerrarse a aspirar a ganarla, como hizo por primera vez en 2017.

Pero ahora, clasificarse para la Copa del Rey al final de la primera vuelta y luchar por el título en las eliminatorias por el título serán el principal sentido de su participación.

Eso sí, para repetir en la próxima Euroliga el equipo de Jaume Ponsarnau debe quedar entre los ocho primeros de la competición europea y por delante del Bayern Munich, así que en los primeros meses puede que su atención esté más centrada en ese torneo.

El objetivo:

Clasificarse para la Copa del Rey al finalizar la primera vuelta y para las eliminatorias por el título al acabar la segunda con la mirada puesta ya sólo en poder luchar por ambos títulos.

Las novedades:

El Valencia ha apostado por una plantilla larga, de catorce jugadores, por lo que habrá altas y bajas. Hay cinco caras nuevas. En el puesto de base Quino Colom debe dinamizar el 'bloqueo y continuación' en ataque. En el de escolta, se espera que Vanja Marinkovic y Jordan Loyd aporten puntos y un perfil físico en defensa. Por dentro Maurice Ndour debe ser un puntal en defensa y Brock Motum abrir el campo en ataque.

Puntos fuertes:

Se mantiene un bloque importante de jugadores, nueve de catorce y el técnico Jaume Ponsarnau, lo que debe asegurar un arranque sin complicaciones. Se mantiene la apuesta por la coralidad en ataque y se aumenta el físico de la plantilla para crecer en agresividad defensiva.

Las carencias:

Hay pocos jugadores que se puedan crear puntos por ellos mismos, algo que en ciertas ocasiones causará problemas. Con la marcha de Matt Thomas y Will Thomas perdió a sus dos mejores ejecutores de la pasada campaña. La baja de Rafa Martínez además de en la pista dejará un hueco en el vestuario que habrá que llenar.