VALÈNCIA.  El Valencia Basket recibe este domingo en la séptima jornada de la Liga Endesa al Herbalife Gran Canaria con el objetivo de mantener y prolongar el crecimiento de los últimos días tras haber conseguido el pasado viernes ante el ASVEL Villeurbanne su primera victoria en la Euroliga.

El equipo de Jaume Ponsarnau ha experimentado una pequeña mejoría que le ha llevado a ganar en la pista del San Pablo Burgos, a competir en la del Barça y a ganar en la Fonteta al equipo francés.

En estos tres encuentros, el Valencia ha conseguido volver a ser constante en defensa, ha empezado a correr y en ataque estático ha tenido paciencia para esperar su momento pese a que aún no tiene muchos minutos de fluidez.

En el choque ante el ASVEL, unos brillantes minutos de Quino Colom en la dirección permitió desnivelar la balanza en el último cuarto del choque.

El andorrano sigue dando pasos adelante en su condición física, lo que disminuye su sufrimiento en defensa, y ha acelerado la conexión con sus compañeros, especialmente con Bojan Dubljevic.

El triunfo en Burgos ha permitido al Valencia escalar posiciones en la clasificación y entrar ya en posiciones de la Copa del Rey y un nueva victoria le consolidaría en esas plazas y le permitiría seguir acercándose a la parte alta.

Enfrente tendrá a un rival que sólo ha sido capaz de ganar dos de sus seis encuentros hasta ahora. El equipo de Fotis Katsikaris, extécnico del Valencia, llega a esta cita tras haber perdido sus dos últimos encuentros y sin buenas sensaciones en su juego.

Para este encuentro, Ponsarnau mantendrá la baja de Sam Van Rossom y tendrá que hacer un descarte tras la recuperación de Mike Tobey, que ya jugó unos minutos ante el ASVEL, y de Joan Sastre, que aún no ha vuelto a hacerlo pese a estar ya disponible en los últimos dos choques.