VALÈNCIA. Rubén Baraja deja de ser el entrenador del Valencia. Así lo ha comunicado el club de Mestalla tras la derrota de Pucela de este viernes, la tercera consecutiva y la novena en lo que va de campeonato liguero. El técnico vallisoletano deja al equipo colista después de dos temporadas en el club. En una, logró la salvación in extremis; en otra -la única completa del técnico al frente del murciélago-, consiguió persegir por momentos puestos europeos; en la tercera, el Valencia está preligrosamente abocado a perder la categoría y en una dinámica directa al pozo antes de empezar el nuevo año.
La situación es dramática y límite. Por eso, Lay Hoon y Corona se acercaron a la Ciudad Deportiva de Paterna y presenciaron el entrenamiento del equipo este sábado, con la figura de Baraja en la picota. A eso de las 12h del mediodía, ambos llegaban a Paterna y abandonaron el búnker valencianista a las 14h, sin todavía dar noticias el técnico y, sobre todo, sin el beneplácito de Peter Lim para pagar el finiquito del técnico. En ese momento, no obstante, el club no confirmaba noticias respecto a Baraja: ni confirmaba ni desmentía su continuidad con el duelo ante el Espanyol, aplazado por la DANA, a la vuelta de la esquina (se juega este miércoles a las 21:30h).
Con todo, lo insostenible de la situación ha acabado llevarse por delante a uno de los ídolos de siempre de la parroquia valencianista. La figura de la leyenda ha ido erosionándose con el paso del tiempo y la asunción de los riesgos de dirigir a un equipo desmantelado por la propiedad, sin levantar la voz. La energía del vallisoletano a su llegada a la entidad en febrero de 2023 se convirtió en un manojo de nervios en sus últimos días en el club, consciente de una situación viciada e imposible de levantar con sus propios métodos. Ahora, Baraja espera que el tiempo devuelva su nombre al olimpo de leyendas del Valencia, mientras la era Peter Lim continúa hundiendo al club.