CASTELLÓ. La nueva propiedad del Castellón ha completado el primer objetivo que se propuso a su llegada a la capital de la Plana: dotar de un campo de entrenamiento digno para el trabajo diario del equipo. Así, en apenas nueve meses de presencia en el club, el grupo encabezado por Bob Voulgaris ha pasado de no disponer de un lugar de trabajo para el primer equipo a completar unas instalaciones de primerísimo nivel en Oropesa para la plantilla y el cuerpo técnico.

La inversión inicial ha sido de unos 700.000 euros, según ha confirmado el club, a lo que se sumará un coste de 500.000 euros cada temporada, en un proyecto que incluirá, entre otras cosas, la construcción de un segundo campo de entrenamiento.

El esfuerzo realizado por la propiedad para crear esta infraestructura pretende dar un impulso al primer equipo en su día a día, pero también sirve para enviar mensaje de ambición a los jugadores. Así lo ha reconocido David Reddin en la jornada de puertas abiertas que ha organizado el club para presentar sus instalaciones.

“Estamos construyendo un proyecto a largo plazo y las instalaciones son el inicio. No vamos a pretender ascender solo por tenerlas. Queremos un entorno en el que podamos decir a los jugadores y trabajadores que no hay excusas y que tienen todo lo que necesitan y que ahora toca trabajar duro”, ha afirmado el responsable del área deportiva del Castellón, quien ha insistido en que “las instalaciones son importantes, pero lo es más la actitud de los jugadores y la forma de trabajar”.

Estructura de primer nivel... móvil

La estructura que ha creado el club cuenta con un campo de entrenamiento y una estructura interior que incluye sala médica, vestuario, gimnasio, sala de descanso, sala de vídeo y comedor. Los módulos instalados se pueden trasladar a otro destino en el momento que se requiera, pero, de momento “estamos muy contentos aquí y no pensamos en mudarnos”, ha indicado Reddin.