VILA-REAL. La caída del Villarreal en Europa ha sido trágica por el contraste con el buen nivel entregado en LaLiga. Antes de finalizar el 2025, este equipo se encuentra en la tercera posición, en un constante tira y afloja con los más grandes como el Real Madrid, el FC Barcelona o el Atlético de Madrid, además de varios récords respecto a los puntos conseguidos, los goles a favor y logrando el mejor arranque liguero de su historia.

Pero resulta complicado para el "groguet" ver con buenos ojos esto cuando entre semana, de manera paralela al finde de Liga, ve que su equipo es incapaz de competirle al Pafos o al Copenhague, además de haber tenido tres rivales complicados como los son el City, la Juve o el Tottenham.

Ahora mismo ya no hay posibilidades de clasificar a los dieciseisavos de Champions, ya que el Submarino está virtualmente descalificado.

Es hora de cambiar el foco

A pesar de que restan dos partidos de Champions ante el Ajax y el Bayern Leverkusen, la idea de ganar debería "desvanecerse". El análisis y la lectura invitan a ver la competición como un partido más, como algo que no es necesario. Sí, es cierto que la dignidad del club está por encima de un resultado deportivo, y aunque no esté en juego la clasificación, el equipo debe salir a ganar los dos siguientes partidos, pero con esta reflexión no se habla de dejarse perder, sino más bien otorgar descansos y modificar el sistema de rotaciones más en beneficio a LaLiga que a la Champions League.

Siempre con el ADN ganador que caracteriza a este equipo, pero con la serenidad y la mentalidad de que es hora de apostar por el cupo del año que viene.

"La segunda vuelta es mucho más difícil que la primera"

Marcelino declaró que "no es nada sencillo tener 35 puntos a estas alturas" y que "la segunda vuelta es mucho más difícil", por ende ahora la tarea es jugar los partidos de vuelta al mismo nivel que los partidos de ida.

Mantener el mismo ritmo es "imposible" para el asturiano, no cree que el Villarreal tenga posibilidades de ganar LaLiga, ya que "Real Madrid y Barça ganan con menos. Para nosotros es imposible mantener este ritmo".

Muchos aficionados han recriminado a García Toral este "pesimismo", pero encaja con su personalidad "humilde" y basada en el respeto hacia la grandeza de los equipos rivales. La humildad es algo que ha reivindicado mucho este año; rueda de prensa tras rueda de prensa, el entrenador ha mencionado que la mentalidad debe ser ganar, pero que su equipo está en un punto que no se imaginaba en el lanzamiento en la pretemporada.

La realidad es que el Villarreal está por encima de lo pilotado, y se sabe cuando Marcelino responde a si ve al equipo ganando LaLiga. La realidad es que el rendimiento debe ser constante y paulatino si es que el año que viene el equipo quiere volver a probar suerte en la máxima competición europea.

Rotaciones y descansos, pensando más en el futuro que en el presente

Con este eslogan se cierra esta pieza que busca invitar a la reflexión sobre que el pasado simple, el más cercano a la actualidad, se debe mirar como un pasado lejano. Olvidar que ha sido el peor registro europeo del Villarreal y empezar a dar pasos hacia una nueva oportunidad más adelante.

El año pasado el Submarino consiguió el acceso a la Champions mediante el quinto puesto; esta temporada debe intentar igualar su listón y, en el mejor de los casos, superarlo.

Campeonar LaLiga todavía son palabras mayores, pero porque así lo dice la historia. El último equipo en ganarla que no sea el Barça, Madrid o Atlético fue el Valencia CF en la temporada 2003/04, hace 22 años.

Podría ser el Villarreal el que rompa esta dinámica, o no. De momento queda media temporada, y hay muchas cosas por escribir todavía.