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Villarreal CF

El ascenso de Moleiro en el Villarreal: un crecimiento deseado pero inesperado

El canario es el máximo goleador del equipo en la primera vuelta de LaLiga

  • Alberto Moleiro, jugador del Villarreal CF.
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VILA-REAL. Alberto Moleiro es un chico nacido en Santa Cruz de Tenerife, en el archipiélago canario, el 30 de septiembre de 2003. Ahora mismo tiene tan solo 22 años, y debutó como profesional hace escasos años, ya que en 2019 se vestía de corto por primera vez para el filial de la UD Las Palmas (Atlético).

Desde el cuadro canario inició su intenso y, por ahora, corto camino. En 2021 era llamado por el primer equipo de Las Palmas, un equipo en vías de desarrollo y que llevaba años sin subir a Primera División. Sin saberlo, el joven tinerfeño iba a ser una pieza importante para el ascenso y la vuelta a Primera después de cinco años prácticamente sin oportunidades de reflotar.

Creció profesionalmente de la mano de García Pimienta, el artificiero del reascenso de los pío-pío. La alegría no le iba a durar mucho, ya que a la siguiente temporada el equipo de su corazón volvería a descender.

  • Alberto Moleiro, en su presentación como jugador. Foto: VILLARREAL CF

El Villarreal, la oportunidad de seguir ligado a la élite

Casi de manera forzosa, y con todo un camino por delante, Alberto Moleiro tuvo que saltar del barco de Las Palmas para poder mantenerse en la Primera División española.

Marcelino se había fijado en él. Además, no es el primer canterano de Las Palmas que aterriza en Vila-real: Antonio Guayre, Ángel López o el mismísimo Yeremy Pino comparten el color amarillo de ambos clubes.

El jovencísimo Alberto llegó por un valor de 16.000.000 euros por cinco temporadas, un intercambio que se iba a materializar más adelante.

Su traspaso se dio tras la venta de Álex Baena al Atlético de Madrid. Cualquiera hace la correlación de "posición por posición" y entiende que Alberto venía a reforzar la banda que iba a ocupar el otro canario, Yeremy Pino. Pero en cuestión de jornadas este se marchó al Crystal Palace, dejando un hueco gigante en la banda izquierda.

Moleiro: "Siempre he tenido claro que no soy el sustituto de Baena"

En la tercera jornada de LaLiga, Moleiro se vistió de titular por primera vez. Ya no había ningún jugador por delante de él en esa posición. Estaba claro que saldría de inicio de ahora en adelante, pero no iba a ser fácil.

Con varios partidos sin destacar demasiado, siendo cambiado en torno al minuto 60, y con esfuerzos que no le hacían sobresalir por encima del listón que le habían impuesto, transcurrieron seis jornadas sin pena ni gloria para él.

Baena hizo mucho en el Villarreal. Y la realidad es que tardó años en explotar al nivel al que se le conoce en la actualidad. Pero Moleiro tenía ese inconveniente de que desde muy temprano cargaba con una bandera que él nunca quiso llevar.

Los jugadores, por norma general, no quieren ser otros jugadores más que ellos mismos. Pueden idolatrar, querer igualar o superar a sus ídolos, pero está claro que todos quieren forjar su camino, lejos de las comparaciones y de las etiquetas: "Siempre he tenido claro que no soy el sustituto de Baena".

El canterano canario lo tuvo claro: "Baena es un magnífico futbolista, y yo tengo otras características, que serán mejores o peores dependiendo para quién". De esta forma se desmarcó de la comparativa, manteniendo el respeto y la humildad ante alguien que es amado en el Submarino.

  • Moleiro, Mouriño y Gueye, de izquierda a derecha, en la celebración del primer gol del canario, ante la Real Sociedad.

Un jugador para futuro

En la séptima jornada, Moleiro entró de suplente. No fue hasta el minuto 71 cuando Marcelino consideró idóneo su ingreso al campo. Un inicio de temporada sin demasiados destellos por parte del canario y algún que otro partido correcto de su rival de posición, Solomon, le relegaron al banquillo. Cosas del destino, ese iba a ser el partido perfecto para él: su entrada al campo supuso el gol de la victoria. El único tanto del partido, sobre la bocina, permitiéndole al Villarreal seguir sacando la cabeza en la zona alta de LaLiga.

El resto de jornadas son para enmarcar. Seis goles en nueve jornadas, en varias de ellas siendo MVP del partido, un doblete ante la Real Sociedad y realizando una asistencia y un gol hasta en dos ocasiones.

El ascenso fue inesperado. De golpe y sopetón, el joven se hizo grande. Una pieza angular en la primera vuelta del Villarreal y el elegido de Marcelino para ocupar una posición muy importante. De momento sin la batuta de creador de juego ni de regateador del equipo, pero con responsabilidades que trascienden a un juego colectivo en el que parece encajar a la perfección.

De cara al futuro, no se sabe cuál será el camino de Alberto Moleiro. Es sabido que el Villarreal es un trampolín para jugadores talentosos y jóvenes, y que pocos se quedan muchos años y hacen casi toda su carrera en la ciudad castellonense. Lo que sí está claro es que las próximas temporadas pueden ser las del crecimiento y el establecimiento de un nuevo diamante que se da a conocer de cara a la galería, dándolo todo para el Submarino Amarillo.

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