VILA-REAL. El Villarreal salió vivo de un partido áspero en el Municipal de Lebrija, donde el espacio reducido y un Antoniano que lo dió todo, le pusieron el duelo cuesta arriba al Submarino.

Tras 120 minutos de incomodidades y sufrimiento, el Submarino solo pudo imponerse a los Sevillanos desde el punto de penalti.

El Antoniano planta cara y gana presencia en su área ante un Villarreal estéril

El Antoniano arrancó con brío, decidido a discutirle el protagonismo a un Villarreal que tardó un par de minutos en asentarse. La presión inicial de los sevillanos empujó el juego hacia campo amarillo, aunque el Submarino intentó responder rápido con algún balón vertical.

Con el paso de los minutos, el ritmo impuesto por el Antoniano se difuminó y el Villarreal recuperó el control. Un dominio absoluto pero insuficiente: apenas un disparo solo disparo, a las manos de Matías Arbol, del canterano Hugo López.

La réplica del Antoniano se produjo en una jugada con mucha presencia en el área. Durán cazó un rechace tras un córner, pero el balón tocó en un compañero y acabó mansamente en las manos de Tenas.

El susto llegó poco después. El central Antonio se desplomó dolorido tras un choque con Tani y tuvo que abandonar el campo, dejando un silencio incómodo en la grada.

El Villarreal reclamó penalti en una acción protagonizada de nuevo por Hugo López: el balón terminó impactando en la mano de un defensa tras un bote extraño, aunque el árbitro, bien colocado, decidió no señalar nada pese a las protestas.

Con el paso de los minutos, el conjunto amarillo volcó a casi todo su centro del campo sobre el área rival. La defensa empujó hacia la frontal y el equipo se acumuló tanto que hasta el propio Rafa Marín terminó probando suerte desde fuera. Pero la jugada quedó en nada: la densidad de piernas amarillas y rojiblancas hacía imposible armar un disparo limpio.

Villarreal atascado, con tan solo tres tiros a portería

La segunda parte inició con el Villarreal que cargó guiado por Cardona, que insistió en conducir por dentro, fiel a la dinámica del partido y condicionado por la escasa amplitud del Municipal de Lebrija. 

Poco después, Gueye probó fortuna desde lejos, aunque el disparo se desvió demasiado. El rebote le cayó a Solomon, que decidido en el área pequeña, pero volvió a imponerse el guardameta sevillano.

El Antoniano, muy bien replegado, diluyó cada ataque del Villarreal. La frustración crecía y el ambiente empezó a calentarse tras un golpe de Gueye sobre Marcos, apenas instantes después de que el sevillano impactara con fuerza sobre Pépé. La acción, que rozó la venganza, acabó con amarilla para ambos en medio de la tensión.

Mientras tanto, el Municipal coreaba un incesante “sí se puede”, consciente de la gesta que estaba firmando el Antoniano. Y estuvo a punto de romperse el equilibrio cuando Ayoze filtró un pase milimétrico para Tani. El delantero recortó a Árbol y disparó a puerta vacía, pero Álex Revuelta apareció providencial para sacar el balón bajo la línea.

Tras los 90 minutos y los cuatro de añadido, la resistencia del Antoniano obligó al partido a marcharse irremediablemente a la prórroga.

Ayoze marca en el 103 y Jesús García lo recupera en el 109

La prórroga arrancó con el ambiente en ebullición. En el Municipal se respiraba esa mezcla de ilusión y miedo que solo aparece cuando el equipo pequeño acaricia otra noche épica. No era un déjà vu: el Antoniano ya había mantenido su portería a cero durante los 90 minutos ante Castellón y Villarreal, y los fantasmas del pasado sobrevolaban el césped.

El guion dejó una escena especial con la entrada de José Pedraza, que coincidió en el campo con su tío, Alfonso. Y no tardó en avisar: en su primera intervención, el sevillano armó un disparo ajustado al palo que heló al banquillo amarillo.

Pero el Villarreal acabaría golpeando primero. En el minuto 103, Parejo puso un córner con su precisión habitual y Ayoze apareció en el área para cabecear el 0-1.

En la segunda parte de la prórroga, el Antoniano mostró una dignidad admirable. Nada de replegarse ni especular: todos al ataque, todos presionando, todos creyendo. Ayoze volvió a aparecer con una ocasión clara, pero Matías Árbol, protagonista silencioso de la noche, volvió a responder con reflejos felinos.

Y cuando el desgaste parecía total, llegó la contra que lo cambió todo. Pana armó un latigazo desde lejos que se estrelló en el palo. El rebote fue a parar a Jesús García, que cabeceó ante la pasividad de Arnau. El balón entró, pero la acción quedó anulada por fuera de juego, una decisión polémica sin VAR que revisar.

No hubo tiempo para más. Tras una tarde en la que ambos equipos lo dieron todo, el duelo se marchó inevitablemente a la tanda de penaltis.

Tanda de penaltis

Villarreal - Parejo: gol

Antoniano - Jose Pedraza: gol

Villarreal - Gueye: gol

Antoniano - Pana: gol

Villarreal - Mikautadze: gol

Antoniano - Juan Durán: detiene Arnau Tenas.

Villarreal - Ayoze: gol

Antoniano - Arreola: gol

Villarreal - Akhomach: gol

Pasa el Villarreal tras un gran esfuerzo y un excelente partido del Antoniano.

 

Ficha técnica

1 (4) - Antoniano: Matías Arbol, Juan Durán, Antonio (Arreola), Alex Revuelta, Otero, Raúl Rojas (Jose Pedraza), Lolo Garrido, Adri Peral (M. Sánchez), Alex Fernández (Carrascal), José Mari © (Jesús García) y Diego Rodriguez (Pana).

1 (5) - Villarreal: Arnau Tenas, Renato Veiga, Rafa Marín, Alti (Akhomach), Cardona © (Pedraza), Solomon (Mikawtadze), Gueye, Thomas (Parejo), Hugo López (Ayoze), Tani y Pépé (Buchanan).

Goles: 0-1, min. 103: Ayoze. 1-1, min. 109: Jesús García. Goles tanda de penaltis: Parejo, José Pedrza, Gueye, Pana, Mikautadze, Ayoze, Arreola y Akhomach.

Árbitro: Francisco José Hernández Maeso (Comité extremeño). Amonestó de amarilla a Cardona y Gueye, por parte del Villarreal, y a Otero por parte del Antoniano.

Contexto: Partido de la elimintoria segunda fase de la Copa del Rey, en el Estadio Municipal de Lebrija.