VALÈNCIA. España arranca este jueves su andadura en la fase de clasificación para el Mundial 2026, que se disputará en Estados Unidos, Canadá y México. El debut será en el Stadion Vasil Levski de Sofía, ante una Bulgaria que parte como la cenicienta del grupo.
El combinado de Luis de la Fuente está encuadrado en un grupo de cuatro equipos, Turquía, Georgia y Bulgaria, en el que solo el primero accede de manera directa a la Copa del Mundo. El segundo deberá superar la repesca para estar en la cita. Además del choque en Sofía, España visitará el domingo a Turquía en Estambul, probablemente el duelo más exigente de esta ventana.
Un rival sin grandes figuras
La selección búlgara afronta esta fase con pocas referencias internacionales. Sus nombres más reconocibles son Valentin Antov, central del Monza italiano, y el mediocentro del Leeds United, Ilia Gruev. Fuera de ellos, la plantilla presenta un nivel discreto y sin grandes estrellas en las principales ligas europeas.
En los últimos años, Bulgaria ha quedado lejos de competir en torneos de máximo nivel. De hecho, no juega un gran campeonato desde la Eurocopa 2004, por lo que llega como un rival que, en teoría, debería servir a España para arrancar con confianza.
España, favorita obligada
El objetivo de la selección es claro, evitar sorpresas y marcar el camino desde la primera jornada. En un grupo tan corto, apenas hay margen de error. Cualquier tropiezo puede complicar la clasificación directa, especialmente teniendo en cuenta que Turquía y Georgia son selecciones más competitivas que los búlgaros.
España llega con su base consolidada y con la vuelta de nombres como Carvajal y Rodri. Eso sí, ha sufrido la baja sensible de Fabián Ruiz que es uno de los fijos para De la Fuente.
La visita a Sofía debe ser el primer paso hacia el objetivo de estar en el Mundial 2026. Ganar a Bulgaria es casi una obligación, no solo por la diferencia de nivel, sino porque en un grupo reducido cada punto cuenta como oro. Después, el domingo en Turquía, llegará la primera gran prueba.