A CORUÑA (EFE). Óscar Gilsanz, entrenador del Deportivo, espera un partido “especialmente exigente” en el apartado físico ante el nuevo Castellón de Johan Plat, en el que ve muchas similitudes con el que dirigía su compatriota Dick Schreuder, del que era su segundo. “Creo que va a ser un partido muy exigente en lo físico, en cuanto a que el rival nos va exigir estar rápidos con balón porque es un equipo que presiona muy alto, que va continuamente en situaciones de igualdad numérica presionando hombre a hombre”, declaró en rueda de prensa.
Además, el técnico blanquiazul también espera mucha exigencia a nivel defensivo porque se enfrentan a un equipo que tiene “mucha movilidad con la gente de dentro, que tiene mucha calidad individual por dentro”. “Es un equipo que genera un caudal ofensivo muy alto y que tiene una manera de jugar que tiene muy interiorizada desde hace más de año y medio”, incidió Gilsanz, para quien “el ritmo del partido” y, sobre todo, que su equipo consiga “tener el balón” serán dos de las claves del duelo en Castalia.
Un partido de "detalles"
“Creo que va a ser un partido que va a tener muchos detalles, muchos partidos dentro del mismo partido y hay que tratar de manejarlos todos”, destacó el preparador del Dépor, para quien “la esencia” del juego es muy parecida pese al cambio de entrenador en su banquillo.
“Tiene alguna variante porque no siempre parte de una salida de inicio con tres como hacía antes, sino que a veces hace una salida con cuatro, retrasando a los dos pivotes. Es un equipo que en la esencia, en la identidad del juego, es muy parecido, tratando de darle un poco más de equilibrio”, explicó. Finalmente, Gilsanz reveló que el centrocampista Diego Villares es duda por unas “pequeñas molestias” que le obligaron a trabajar a menor ritmo durante la semana, y no aclaró si, en caso de que no poder jugar, será sustituido por Mfulu o Denis Genreau.