ALICANTE. El Hércules CF espera como agua de mayo la llegada de enero, pues el día 2 del próximo mes se abre una ventana de fichajes que permanecerá así hasta el mismo día del mes de febrero y por la que el club del Rico Pérez tiene claro que se va a asomar. Ahora bien, el inicio de ese segundo período ordinario de fichajes del curso 2025/26 también le va a permitir tramitar la licencia federativa del franco-argelino de 21 años Mehdi Puch. Eso sí, no está nada claro que pueda disputar el partido ante el CE Sabadell del 3 de enero.
Por partes, como diría Jack 'El Destripador'. A mediados de noviembre, el mediocentro estampaba su firma en un contrato que le une al Hércules hasta junio de 2027, pero no puede jugar de blanquiazul en partido oficial porque a ojos de la Federación Francesa de Fútbol (FFF) y por extensión de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) no es un 'parado', es decir, no estaba libre cuando se cerró la ventana de fichajes de verano. Todo responde a que la FFF no tuvo conocimiento hasta cerrado ese mercado de verano del certificado que expidió en agosto el administrador-liquidador del AC Ajaccio (su anterior club, en liquidación tras ser su primer equipo descendido administrativamente a la Ligue 2 a la finalización de la pasada campaña) dejando claro que Mehdi dejaba de estar vinculado contractualmente... de tal forma que es como si el mediocentro hubiera rescindido contrato ayer: reglamentariamente no es un 'parado' y, en consecuencia, ha de esperar a que se abra otra ventana de fichajes para incorporarse a la disciplina de otro club. Pues bien, esto último ocurrirá el 2 de enero, pero todo el trámite que hay que realizar a partir de ese momento y no antes complica que Mehdi tenga licencia federativa para jugar la noche del 3 de enero con el Hércules porque si bien es cierto que en este caso no hay otro club implicado, solo el blanquiazul y dos federaciones, la inscripción del jugador ha de pasar primero por sistema de correlaciones de transferencias de la Federación Internacional (FIFA), el famoso TMS, y luego por su homólogo doméstivo, el Fénix de la RFEF.
La primera es la aplicación oficial de la FIFA en la que se gestionan las transferencias internacionales de futbolistas que pasan a jugar en equipo de un club adscrito a una federación distinta; a la misma tienen acceso todos los clubes y todas la federaciones, con independencia de la conferencia a la que pertenezcan, y el paso por ella es obligado cuando hay una transferencia internacional o un jugador se va a inscribir en una federación que no es la suya, como sería el caso de Puch (aquí no hay transferencia internacional, el futbolista está reglamentariamente libre que no 'parado'): en el TMS se deja constancia de lo que viene a ser el pasaporte deportivo del futbolista, por eso el Hércules habrá de subir el 2 de enero toda la información relativa a la operación (por ejemplo, el contrato) y esperar la respuesta de la FFF (ya que no hay otro equipo implicado). Una vez se haga será necesario el 'ok' de la FIFA (esta revisa la documentación y procede a formalizar la inscripción en el nuevo club) y nada asegura que todo lo anterior se produzca incluso el sábado 3 de enero, el día del partido con el CE Sabadell, y a lo largo de cuya jornada (se puede hacer hasta minutos antes del inicio del encuentro) el Hércules también habrá de acceder al sistema Fénix de la RFEF para tramitar la licencia al jugador (con el primer equipo o el Hércules B, pues al ser sub-23 se pude aprovechar que este segundo es federativamente un conjunto dependiente).
Se dice que el Hércules es un campeón en los despachos, pero esa merecida fama no sirve para tumbar a la burocracia. Así, puede que Puch tenga que esperar a la visita al Real Murcia de la semana siguiente para optar a debutar de blanquiazul.
