VALÈNCIA. Hace un año, la trágica DANA del 29 de octubre golpeó con una fuerza devastadora a la provincia de Valencia. Aquel día cambió la vida de muchas personas y transformó por completo el paisaje de numerosos municipios. La DANA se llevó vidas por delante, arrasó hogares, negocios y también uno de los corazones sociales de cada pueblo: sus campos de fútbol. Decenas de clubes veían impotentes cómo el lugar donde convivían durante generaciones quedaba bajo el lodo, impracticable o destruido por completo.
Una ola de solidaridad deportiva
No obstante, de aquella tragedia, nació también una ola de solidaridad. Instituciones, clubes y fundaciones del deporte valenciano se unieron para levantar de nuevo lo que el agua se había llevado. Programas como ‘Alcem-se’, impulsado por el Villarreal CF, la Fundación Trinidad Alfonso y Valencia Basket, así como las iniciativas solidarias del Valencia CF a través de la Fundació VCF, LALIGA EA SPORTS, Divina Seguros, la ‘Fila Cero Solidaria’ y el movimiento ‘Units Com Sempre’, han sido pilares fundamentales para que, un año después, el fútbol vuelva a rodar en muchos de esos campos. A ellos se sumaron también la Fundación FC Barcelona, la RFEF y el CA Osasuna, entre otros.
Los campos que han vuelto a nacer
El balance, doce meses después, deja imágenes esperanzadoras. El campo de La Torre, casa del Discóbolo La Torre AC, fue el primero en reabrir en el mes de febrero. Reconstruido en una nueva ubicación, fuera de la zona inundable, gracias al programa Alcem-se. A su estela le siguieron el campo de Beniparrell y el Municipal de Catarroja, este último reinaugurado el 30 de marzo también con el impulso del mismo programa liderado por el Villarreal CF, la Fundación Trinidad Alfonso y Valencia Basket.
Catarroja celebró semanas después la reapertura de su otro campo de fútbol, el Estadio Mundial 82, rehabilitado gracias al esfuerzo conjunto del Valencia CF, la Fundació VCF y los socios de la iniciativa ‘UNITS COM SEMPRE’. En Aldaia, tanto el campo de Las Encrucijadas como el del Polideportivo Jaume Ortí recuperaron su actividad entre marzo y abril con el apoyo de los mismos actores, Alcem-se y el Valencia CF respectivamente.
- Acto de inauguración campo de fútbol Jaume Ortí de Aldaia. -
- Foto: Valencia CF.
En Algemesí, el Polideportivo Joan Girbés volvió a acoger partidos en abril, mientras que el Estadio Municipal sigue en proceso de reconstrucción bajo la supervisión del Valencia CF. En Alfafar, la reforma del campo municipal se inauguró el pasado 22 de octubre con financiación de Alcem-se, y en Massanassa, el Estadio Vicente Moreno volvió a abrir sus puertas en abril gracias al mismo programa, con una aportación destacada de Osasuna, que donó cerca de 500.000 euros para la reforma del polideportivo.
- Acto de inauguración del campo de fútbol de Alfafar el 22 de octubre. -
- Foto: Villarreal CF.
La solidaridad también traspasó las fronteras de la ‘terreta’. La Fundación FC Barcelona se hizo cargo del Campo Municipal de Benetússer, que reabrió en agosto.
Por su parte, el campo de Carlet, aunque parcialmente reconstruido, volvió a la actividad ese mismo mes mientras continúan las obras para su restauración completa.
Paiporta, Sedaví y los que aún esperan
En Paiporta, uno de los municipios más castigados por la DANA, el campo de El Terrer reabrió el pasado 17 de octubre con la ayuda de la Fundación FC Barcelona, pero El Palleter todavía sigue cerrado. La RFEF anunció en marzo la financiación para su reconstrucción, que comenzará próximamente. También en mayo se celebró la reapertura del Polideportivo Municipal de Sedaví, una de las últimas en completarse dentro del programa solidario impulsado por el Valencia CF.
- La Fundación FC Barcelona durante la reconstrucción de El Terrer. -
- Foto: Ayuntamiento de Paiporta.
Sin embargo, no todo ha podido resolverse todavía. El campo de Bugarra sigue sin estar disponible, obligando a sus equipos a jugar en Pedralba, y La Forana de Alginet continúa cerrada a la espera de una actuación definitiva.
Aun así, el balance general es positivo. Lo que hace un año era barro y desolación, hoy vuelve a ser vida y fútbol. La DANA dejó cicatrices, pero también un ejemplo de unidad y compromiso. Un año después, la pelota vuelve a rodar en la mayoría de campos de la provincia, recordando que el espíritu de superación del deporte valenciano es, también, una forma de reconstrucción.
