ALICANTE. Los tres futbolistas del Elche que comparecieron este viernes tras el encuentro ante el Real Betis hicieron gala de mucho temple, teniendo en cuenta el desarrollo del mismo y, especialmente, el final explosivo que tuvo.

A diferencia de lo que hicieron el secretario Sergio Mantecón, el director de operaciones Pedro Schinocca y el propietario Christian Bragarnik una vez el árbitro Javier Iglesias Villanueva decretó la finalización del choque, el meta Edgar Badía, el lateral Carlos Clerc y el mediocentro Gerard Gumbau sí medieron sus palabras.

"Si digo lo que pienso me sancionan. Prefiero estar tranquilo y pensarlo bien. Una más", decía Gumbau en la zona mixta, aún con la elástica franjiverde puesta. En la misma línea se había manifestado Badía sobre el verde instantes antes, ante los micrófonos de DAZN: "Me tengo que morder la lengua", apuntaba el meta franjiverde. Los dos ponían el foco en la actuación arbitral, en el primero de los penaltis señalado a Enzo Roco por manos y la intervención del videoarbitraje que conllevó la expulsión de 'Licha' Magallán en el minuto 58, al convertir en roja una cartulina amarilla.

"Nos ha condicionado el partido [...] Quiero ver bien la jugada, en directo no me lo ha parecido", señalaba Badía, mientras que Gumbau iba un poco más allá: "Parece que nos quieren putear de alguna manera para que no sumemos los puntos. Para mí no es expulsión en la vida, es un gesto normal de una carrera, una acción fortuita", decía el mediocentro.