La victoria del Elche contra el Málaga (2-0) el pasado sábado ha incrementado la ilusión en el entorno franjiverde. De hecho, percibo que nunca esta temporada se ha creído tanto en las posibilidades de ascenso a Primera. Y no es para menos. El cuadro dirigido por Pacheta da motivos para hacer soñar a la afición con algo grande.
Ha alcanzado la quinta posición, la mejor esta campaña. Enlaza dos victorias por segunda vez en este curso. Ambas meritorias: contra el Almería (0-2), que llegaba como líder y enrachado, y frente al Málaga (2-0), que acumulaba nueve jornadas seguidas invicto. Además, con portería a cero, un valor añadido para uno de los conjuntos de Segunda con más remates recibidos.
Ha mejorado su juego con balón y en solvencia defensiva. Maneja sus posesiones de manera más fluida, con mecanismos ofensivos de muchos quilates. Ha bajado su media de remates concedidos por partido. Y está entre las escuadras más anotadoras y menos goleadas de Segunda.
La fortaleza del grupo es una de las claves del rendimiento reciente del Elche. Esta plantilla corta sabe sobreponerse a las adversidades. Ganó al Málaga sin Gonzalo Villar y Yacine Qasmi, piezas clave que han dejado el Elche, ni el lesionado Iván Sánchez, otro jugador importante.