VALENCIA.  Pese a la derrota contra el Villarreal, el partido de ayer fue especial para el central vasco del Girona Jonás Ramalho, que entró en el selecto grupo de jugadores que han defendido la camiseta rojiblanca en cien encuentros.

"Estoy muy contento y muy feliz", ha señalado a EFE el jugador formado en la cantera del Athletic Club. "Cuando salí de Bilbao, el Girona me acogió muy bien y ahora es como mi casa", ha añadido el '4' de Montilivi, que espera sumar "muchos partidos más" con el equipo.

En la misma línea, Ramalho apunta que "siempre lo he dado todo cuando me ha tocado jugar y espero poder seguir mejorando y ayudando al club".

En la actual plantilla del Girona, renovada para afrontar el reto de Primera división, tan solo hay cinco jugadores que hayan defendido la camiseta del equipo en un mínimo de 100 partidos: Eloi Amagat, Pere Pons, Àlex Granell, Aday Benítez y, desde ayer, Jonás Ramalho.

Para el central vasco, formar parte de este grupo es un motivo de orgullo: "Si los números hablan, esto son puntos positivos para mí. Son cosas en las que hay que pensar en estos momentos en los que quizás no juegas tanto. Pensar en que el club siempre ha apostado por mí".

Pese a no estar teniendo la participación que desearía, el jugador se muestra satisfecho con su situación personal: "Cuando salí de Bilbao buscaba estabilidad y asentarme un poco, no estar siempre para arriba y para abajo. Ahora estoy contento porque creo que lo he conseguido. Ojalá pueda estar mucho más tiempo aquí, en Girona".

Además, después de pasar un verano complicado, Ramalho está convencido de que "seguir peleando" es el mejor camino para tener más oportunidades.

"A ningún jugador le gusta leer en la prensa que su club quizás no cuenta mucho con él, pero mi intención siempre fue quedarme aquí y pelear. Siempre soy positivo: llegará mi momento y habrá que aprovecharlo", ha dicho.