VALÈNCIA. Un febrero ilusionante a la par que duro. Es lo que está viviendo el Levante ahora mismo, con un carrusel de partidos 'no programados' en los planes granotas de inicio de temporada y una lista de caídos en batalla que cada día engorda más. Con la de Postigo y Bardhi ya son 16 las lesiones musculares que ha sufrido la plantilla levantinista este curso, y cinco de ellas han caído en un mes de febrero que se ha empinado sobremanera.
Aún así, el mérito de los de Paco López radica en sobreponerse a los golpes y, con la gestión de plantilla del de Silla, hacer de la palabra "equipo" el arma más peligrosa de este Levante. Pero el tembleque de la enfermería siempre es peligroso para un cuadro que se va a presentar el viernes ante el Athletic con cinco bajas importantes.
Postigo y Bardhi no podrán ser de la partida, en el dique seco continúa Melero mínimo un mes y medio más, Radoja deberá apretar los dientes si quiere llegar al duelo de semifinales de Copa y Campaña, que vuelve a correr por la hierba de Buñol, está fuera. A ese listado se une un Vezo que vio la quinta amarilla en el Metropolitano y tendrá que ver el encuentro del viernes desde el palco. Y con Malsa apercibido de sanción de cara al siguiente partido, el de Anoeta. La situación en lo que se refiere a las lesiones es complicada en Orriols y el cuerpo técnico tendrá que trabajar desde hoy con una pareja de centrales -Pier y Duarte- que, en caso de jugar con dos centrales frente al Athletic, solo lo han hecho solos y de inicio en dos ocasiones -contra Valencia y Betis-.