VALÈNCIA.  Los accionistas del Hércules han aprobado este jueves, en la Junta Extraordinaria celebrada en el estadio José Rico Pérez, el nombramiento de Quique Hernández como presidente en un acto que ha durado apenas cinco minutos.

En la junta, que ha contado con la presencia de ocho personas, siete representantes de los principales accionistas y solo un pequeño propietario, y se ha celebrado en un día festivo en Alicante también se ha aprobado la designación de Miguel Ángel González, José León y Valentín Botella como nuevos consejeros y se han ratificado todos los acuerdos de la Junta Ordinaria celebrada en diciembre.

Hernández, que sustituye en el cargo a Juan Carlos Ramírez, quien apenas permaneció en el cargo nueve meses, admitió tras ser nombrado presidente que el cargo es una "gran responsabilidad y un orgullo".

"Tenemos una gran labor por delante, muy delicada en lo económico, con frentes abiertos y espero que lo podamos solventar", dijo Hernández, quien recordó que tanto él como los principales accionistas "vamos a ir en la misma dirección para darle estabilidad en lo económico al club".

El valenciano, que es el entrenador que más partidos ha dirigido al Hércules en su historia, admitió que el palco supone "mayor responsabilidad" que el banquillo.

"El Hércules es una gran marca del fútbol español y en Alicante tenemos que dejar el pabellón alto", explicó Hernández, quien admitió que la dinámica del club en las últimas temporadas es "gris", si bien precisó que también tuvo momentos brillantes hace poco.

"Esto da muchas vueltas y lo que hay que hacer es tener los pies en el suelo para que vuelva a ser un club querido y respetado. Es cuestión de tiempo y de hechos", explicó Hernández, quien aclaró que para aceptar la presidencia acordó con los máximos accionistas un plan de futuro con los principales accionistas, como contar con instalaciones propias para la cantera en el futuro.

Quique Hernández, por último, garantizó que el Hércules contará con un proyecto importante para la próxima temporada en la que el objetivo será "ascender para poder pagar" y confirmó que los principales accionistas están dispuestos a avalar con "garantías personales" los pagos a Hacienda y Bruselas.