VILA-REAL (EFE). El técnico Marcelino García Toral vuelve a contar con una semana limpia para preparar el siguiente encuentro del Villarreal, algo que no sucedía desde que se hizo cargo del equipo hace dos meses y que será la norma el próximo mes.

Tras caer el sábado en el campo de la UD Las Palmas, el equipo groguet no volverá a jugar hasta el sábado que viene, cuando recibe en La Cerámica al Mallorca, algo que da opción a que el equipo trabaje y descanse, una situación que el asturiano no vivía desde que llegó.

El Villarreal anunció el fichaje de Marcelino el pasado 14 de noviembre, ese mismo día dirigió su primer entrenamiento y no disputó su primer encuentro hasta el 22 de noviembre, cuando visitó al Zamora en la Copa del Rey.

Desde entonces, y sin contar con la semana de vacaciones navideñas, el Villarreal ha disputado un partido cada tres o cuatro días. Desde ese 22 de noviembre hasta el 20 de diciembre, tras medirse al Zamora se enfrentó a Osasuna, Panathinaikos, Sevilla, Maccabi Haifa, Real de Sociedad, Rennes, Real Madrid, y Celta de Vigo.

Tras una semana de vacaciones de Navidad, el equipo volvió al trabajo el 28 de diciembre y el día 2 de enero estrenó el año en el campo del Valencia. Después llegó el partido copero con el Unionistas de Salamanca que se empezó el día 7 y acabó el 8 y la visita a la UD Las Palmas este sábado 13.

Ahora, el Villarreal va encadenar cuatro semanas en las que no va a tener fútbol entre semana, al estar eliminado en la Copa y no tener que jugar en Europa hasta marzo por lo que tendrá tiempo para pulir los detalles que Marcelino cree que les impiden sumar con regularidad. "Tenemos que seguir trabajando, hablar poco y ejecutar", señaló tras la derrota en Las Palmas.