VALENCIA. Gary Neville, técnico del Valencia, se estrenó en la Liga con un empate ante el Eibar conseguido 'in extremis' y con un equipo que estuvo muy lejos de lo que debe ser, pero pese a eso el británico se quedó con la reacción de sus jugadores tras la injusta expulsión a Orban.

"Ha sido un partido complicado, con mucha intensidad, pero lo que menos me ha gustado de la primera mitad han sido los malos pases que hemos dado. En la segunda parte hemos luchado, lo que me deja satisfecho, e incluso hemos tenido la oportunidad de marcar en la acción de Alcácer cuando se iba solo y lo paró un defensor. Tengo un tiempo limitado para mostrar al equipo lo que quiero hacer, pero debo tener una influencia positiva desde ya mismo. Lo que vimos en los últimos 20 minutos es el mínimo de lo que debe ser el Valencia CF en cada partido y es lo que me deja orgulloso. Los aficionados del Valencia se fueron orgullosos por lo que ha luchado el equipo. Queríamos ganar, el empate no es lo deseable, pero perdiendo y con 10 jugadores, nos supimos levantar", manifestó el inglés.

Sobre la jugada que marcó el partido, la expulsión y penalti de Lucas Orban, el técnico se mostró crítico con el colegiado, manifestó que recurrirán la expulsión y que el colegiado debería disculparse una vez viera la jugada.

"Tras cinco años comentando partidos y viendo jugadas diferentes, me he dado cuenta de lo difícil que es para el colegiado tomar esas decisiones. Los árbitros son gente honesta, que intentan hacer su trabajo, pero cuando vea la jugada de Orban reconocerá que se ha equivocado. Hablaré con la gente del club y decidiremos que hacer para recurrir. No es roja, todo el mundo lo sabe y hay que proteger a Lucas que es nuestro jugador. No queremos ser un club que se queja por quejarse, queremos proteger a un jugador de una expulsión injusta", explicó.

Por último, Neville habló de la posible llegada de refuerzos en invierno y destacó que está centrado en "recuperar jugadores" y no en traer nuevos, además de matizar sus palabras en una entrevista en SKY donde manifestaba que era un entrenador puente y venía para cinco meses.

"En ocasiones cuando hablo para medios ingleses mis palabras pueden malinterpretarse por la traducción, por eso tengo que aprender el idioma. Vengo para seis meses pero trabajo como si fuera para seis años. Si tuviera claro que solo son seis meses no traería a mi familia y sacaría a mis hijas del colegio", explicó.